El Día Mundial de la Salud Mental se conmemora cada año el 10 de octubre para crear conciencia sobre los problemas de salud mental en todo el mundo y movilizar esfuerzos para su apoyo. Esta fecha fue establecida en 1992 por la Federación Mundial de Salud Mental con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde entonces, ha sido un recordatorio crucial sobre la importancia de proteger y promover el bienestar mental, especialmente en tiempos de crisis y estrés global. Cada año, se aborda un tema específico que refleja los desafíos actuales en el ámbito de la salud mental, como lo son la creciente presión laboral, el impacto de las redes sociales, la pandemia, y ahora, las problemáticas de estrés y sueño en la vida cotidiana.

El estudio de Voices! reveló que el 54% de los argentinos evalúa negativamente su nivel de estrés, siendo las mujeres y los jóvenes quienes más sufren las consecuencias. En el caso de las mujeres, el 59% reportó altos niveles de estrés, mientras que los jóvenes entre 18 y 24 años encabezan la lista con un alarmante 72%. La situación es igualmente preocupante en términos de descanso: solo el 60% de los argentinos manifiesta estar conforme con la calidad de su sueño, y las mujeres nuevamente salen peor paradas que los hombres en este aspecto. Las razones detrás de estos altos niveles de malestar incluyen la situación económica, el trabajo y la vida en áreas urbanas como Buenos Aires, donde el estrés es aún más marcado.

Día Mundial de la Salud Mental: Argentina lidera en estrés y sueño deteriorado

El trabajo es la principal fuente de estrés a nivel global, y Argentina no es la excepción. Según el estudio, el 24% de los encuestados señaló al ámbito laboral como el mayor generador de tensión. Sin embargo, en el caso argentino, la situación económica agrava aún más el panorama: la falta de dinero afecta al 29% de los encuestados, colocándose como la segunda causa más relevante de estrés. Esto es particularmente visible en Buenos Aires, donde el 62% de los habitantes reporta altos niveles de tensión debido a la incertidumbre financiera.

La situación en el Hospital Bonaparte, en Buenos Aires, agrava la discusión sobre la salud mental en el país. Este jueves, trabajadores del hospital realizaron una marcha en protesta por la reestructuración que impulsa el Ministerio de Salud. El plan, que busca modificar el funcionamiento del hospital, ha generado preocupación entre médicos, enfermeros y pacientes, quienes temen que la medida afecte la calidad de la atención. La protesta se inició en el Hogar Rawson hasta el nosocomio de Parque Patricios y se enmarcó en el Día Nacional de la Salud Mental, una fecha que cobra mayor relevancia ante la crisis que atraviesa el sector.

Los organizadores de la marcha, como Nadia Jausken, expresaron su descontento ante la falta de claridad sobre el proceso de reestructuración y aseguraron que el hospital se mantiene en estado de alerta. Por su parte, Raquel Rodríguez, trabajadora del hospital, criticó duramente al gobierno de Javier Milei, afirmando que esta medida es un ataque directo a la salud pública. "Es un gobierno que desprecia las instituciones públicas", declaró.

El Ministerio de Salud, por su parte, defiende la reestructuración, argumentando que el hospital "es inviable en su estado actual". Según la viceministra Cecilia Loccisano, una auditoría de la Sindicatura General de la Nación reveló serios incumplimientos con la Ley de Salud Mental y el derecho de los pacientes. La reestructuración, que estará a cargo de un equipo interdisciplinario, prevé que durante su implementación no se recibirán nuevas internaciones, y los pacientes serán derivados a otros centros de salud mental de la ciudad.

El Día Mundial de la Salud Mental sirve como recordatorio de la necesidad urgente de políticas públicas que aborden el bienestar emocional y el estrés en la vida cotidiana. En Argentina, la crisis económica y las tensiones laborales solo aumentan la carga sobre la salud mental de la población. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el desempleo y la inflación continúan siendo factores clave que influyen directamente en la calidad de vida y el bienestar emocional de los argentinos. Mientras tanto, las protestas en hospitales como el Bonaparte subrayan la importancia de garantizar que las instituciones de salud mental no se vean debilitadas por políticas gubernamentales que, según los manifestantes, ignoran las necesidades de los más vulnerables.