Caso Natalia Melmann: pidieron perpetua para el cuarto policía acusado por el crimen
Así lo hizo la fiscal que interviene en el segundo juicio por el abuso sexual y asesinato de la adolescente, ocurrido en febrero de 2001 en Miramar. La sentencia se conocerá el próximo 17 de mayo.
El crimen de Natalia Melmann ocurrió el 4 de febrero de 2001 en Miramar. A más de 22 años, una fiscal pidió hoy prisión perpetua para el exsargento policial Ricardo Panadero, acusado por el abuso sexual y el asesinato de la adolescente. La solicitud se da en el marco del segundo juicio que se lleva adelante por el femicidio de Natalia, que no pudo ser juzgado bajo esa figura debido a que la incorporación del homicidio por violencia de género en el Código Penal se dio recién en 2012. El pedido de perpetua fue acompañado también por la familia de la víctima, representada por por los abogados Federico Paruolo y Yamil Castro Bianchi. La sentencia se conocerá el próximo 17 de mayo.
Ante el Tribunal Oral en lo Criminal 4 de Mar del Plata, la fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Miramar Ana Caro consideró comprobado que Panadero fue responsable del secuestro, abuso y homicidio de la adolescente. Aseguró que ese homicidio debe ser calificado como doblemente agravado, ya que fue cometido “por el concurso premeditado de dos o más personas y para asegurarse la impunidad”.
La defensa, por su parte, rechazó la acusación y pidió la absolución del expolicía. Cabe resaltar que Panadero ya fue absuelto en un primer juicio en su contra, realizado en 2018. Esa decisión fue cuestionada por la fiscalía y la querella, lo que dio paso a que en noviembre de 2019, la Sala III del Tribunal de Casación Penal bonaerense la anulara y ordenara la realización de un nuevo proceso.
Cabe recordar que en septiembre de 2002, los expolicías Oscar Echenique (63), Ricardo Anselmini (55) y Ricardo Suárez (60) fueron condenados a prisión perpetua. Allí se pudo comprobar que la víctima fue obligada a subir a una camioneta policial y llevada a una casa en el extremo sur de Miramar, donde "fue accedida carnalmente" y luego, "con el inequívoco propósito de procurar la impunidad de la agresión sexual", fue estrangulada con un cordón de sus zapatillas. Los tres hombres trasladaron luego el cuerpo al vivero Florentino Ameghino, donde fue hallado semienterrado cuatro días después.
El juicio actual
En su alegato, la fiscal destacó el examen de ADN de un vello pubiano hallado en el cuerpo de la víctima, que arrojó una compatibilidad del 97,05% con el perfil genético de Panadero. Recordó el testimonio de un perito que aseguró que existían "33 veces más probabilidades" de que la muestra analizada perteneciera al imputado que a otra persona de la población en general.
A su vez, la representante de la acusación destacó la declaración brindada en la primera audiencia del proceso por un testigo de identidad reservada de la causa, quien aseguró que en la madrugada de la desaparición de Natalia había visto cómo era subida a la fuerza a un patrullero por cuatro policías, entre los que ubicó a Panadero.
"Lo dijo Gustavo Melmann en este juicio: esto fue un femicidio en manos del Estado. Se valieron de todos los elementos hasta para mantener encubierta esta situación. Esas personas gozaban de una impunidad, porque tuvieron la capacidad de alterar pruebas, de presionar a testigos y hacer que todo esto se estire", sostuvo el abogado Paruolo al citar al padre de la víctima. Castro Bianchi destacó que los padres "han dedicado su vida para lograr la condena de estos monstruos" y recordó las búsquedas que encabezaron "porque el Estado estuvo ausente".