Caso Lucas González: la fiscalía ratificó que todos los imputados deben ir a juicio oral
El fiscal del caso pidió a la jueza actuante que rechace el incidente de nulidad presentado por la defensa de Sebastián Jorge Baidón, uno de los policías involucrados, y que sea juzgado los delitos de falsedad ideológica (art. 293) y la privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional.
La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 32, a cargo de Leonel Gómez Barbella, rechazó este martes el incidente de nulidad promovido por la defensa de Sebastián Jorge Baidon, uno de los policías imputados por el crimen de Lucas González, contra los requerimientos de elevación a juicio.
El fiscal expuso que "Baidón, junto al resto de los encausados, ha participado en los sucesos que le fueran atribuidos, es que se concluye que no se ha visto afectado el principio de congruencia de la manera en que se alega" y debe ser juzgado por los delitos de falsedad ideológica (art. 293) y la privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional.
De esta manera, volvió a defender la elevación a juicio de todos los involucrados solicitado anteriormente y consideró que la jueza debe rechazar el pedido de la defensa de Baidón.
Por el caso están imputados Gabriel Alejandro Issasi, Juan José Nieva, Fabián Andrés López, Héctor Claudio Cuevas, Roberto Orlando Inca, Juan Horacio Romero, Fabián Alberto Du Santos, Daniel alberto Santana, Ramón Jesús Chocobar, Sebastián Jorge Baidón, Jonathan Alexis Martinez, Ángel Darío Arévalos, Daniel Rubén Espinosa y Rodolfo Alejandro Ozán.
Gómez Barbella consideró que las pruebas demuestran “un actuar corporativo y mancomunado por parte de funcionarios de la fuerza, varios de alta jerarquía –dos comisarios, un subcomisario y un jefe– direccionada a la modificación de la prueba para encubrir el delito perpetrado. La actuación de cada uno de los imputados presenta un designio común: la finalidad de obtener sin ambages la impunidad para los integrantes de la fuerza ya procesados que, desde los albores del suceso, aparecían al menos sospechados de un actuar ilegítimo”.
El crimen de Lucas sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre último, cuando la víctima y tres amigos de su misma edad salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Surán del padre de uno de ellos y fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad sin patente ni signos de identificación, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.
De acuerdo con las pruebas recabadas, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos. Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impactó en la cabeza del joven, quien horas más tarde murió.