Caso Daiana Abregú: contradicciones de policías, que reconocieron falsear el libro de guardia
Una de las agentes reconoció que una jefa le ordenó que escribiera algo falso. Daiana estaba tranquila.
Las declaraciones de los cinco policías presos por la muerte de la joven Daiana Abregú dejaron en principio la evidencia de que se falseó el libro de guardia, que se hicieron constar visitas al calabozo para corroborar su estado aunque nunca se concretaron y que la joven siempre estuvo tranquila, luego de su ingreso en la comisaría de Laprida, poco después de las 7.30 del domingo 5 de junio.
La lectura de las declaraciones que hicieron los policías Vanesa Soledad Núñez, Juliana Zelaya, Adrián Osvaldo Núñez, Pamela Di Bin y Leandro Fhur ante el fiscal José Ignacio Calonje muestran contradicciones, aunque los cinco sostienen la versión de que se ahorcó con una campera.
Fue Vanesa Núñez quien instaló ante sus compañeros la novedad del supuesto ahorcamiento de Daiana con las mangas de la campera, pese a que la segunda autopsia demuestra que la joven murió por asfixia y que no tenía lesiones en el cuello compatibles con una muerte de esas características.
En su declaración Núñez también admite que su novio Pedro Montenegro, la conocía a Daiana. No se trata de un dato menor, ya que una versión sostiene que Núñez estaba enojada con Daiana porque supuestamente habían mantenido relaciones.
También admite que borró los mensajes de su teléfono que le envió a Montenegro en los que le contaba que estaba a cargo de la detención de Abregú, como responsable de imaginaria de la comisaría.
Juliana Zelaya dice que fue Vanesa Núñez quien le avisa del supuesto ahorcamiento. “Me dice ayudame boluda que esta pelotuda se ahorcó. Hago un golpe de vista así, para el costado y la veo a Daiana con su campera del cuello y se le veía la parte lateral izquierda de la cara”, declaró.
Zelaya también confiesa que no hubo una inspección en el calabozo a las 14, como consta en el libro de guardia. “Se le pregunta si reconoce su letra, y si se realizó lo allí plasmado a lo que responde: es mi letra, lo escribí yo, pero no se hizo lo que dice ahí, es falso”, dice la declaración. Admite que ella escribió lo que figura en el libro horas más tarde de la muerte de Daiana, a las 17 o 19 y que lo hizo por indicación de la subcomisaria Carina Couchez, su jefa. También dijo que las veces que la vio a Daiana no se encontraba alterada y que no quiso comer el almuerzo que le llevaron al mediodía.
Otra de las agentes que estaba en la comisaría Pamela Di Bin coincide que Daiana estaba tranquila y que un rato antes de que Vanesa dijera que se había ahorcado entró en el calabozo para sacarle el colchón porque lo estaba rompiendo, pero que no se encontraba alterada ni agresiva.
“A los minutos, cuando me quedo en lo que es la cocina, me avisa exaltada Vanesa Núñez, que vaya hacia el calabozo que Abregú estaba ahorcada. Voy corriendo le pido que abra la puerta del calabozo, abre la puerta principal, cuando ingreso yo primero, detrás mío Vanesa, veo como se encontraba ella. Estaba atada con la campera como si fuera un babero, desde las mangas hacia la reja del locutorio, lo primero que atino es a desatarla. Pero me imposibilitaba porque estaban atados muy fuertes, eran dos nudos que estaban atados muy fuerte hacia la reja”, declara Di Bin.
Cuando declaró Núñez, también reconoce que no hubo una inspección al calabozo a las 14, algo que si sostiene el oficial Adrián Núñez, otro de los detenidos, quien aseguró que estaba almorzando en su casa con su familia cuando le dijeron del supuesto ahorcamiento.
Vanesa Núñez da a conocer la novedad del ahorcamiento de la siguiente forma: “La tercera vez que me levanto, iba a ir para el lado de la guardia a atender el teléfono y ahí fue cuando la vi que estaba atada con la campera de la reja. La vi que estaba atada, le grite a Pamela Di Bin que estaba en la cocina en ese momento, que me ayude, que nada, que se había ahorcado”. Y en línea con lo que dijo Zelaya reconoce que no hubo inspección en el calabozo. “Es mentira, no se realizó inspección de calabozo en mi turno”, aseguró.
La Comisión Provincial por la Memoria, que actúa como querellante en la causa, cuestionó que los agentes tengan la defensa de abogados pagados por el gobierno provincial. “A esta serie de reconocimientos de falsificación y contradicción entre los testimonios de los agentes policiales se sumó además un hecho que reviste una enorme gravedad institucional. La defensa de las y los agentes imputados estará a cargo de abogados del Ministerio de Seguridad bonaerense”, sostuvo el organismo en una declaración..