Por mayoría, la Sala II de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional ordenó que se revise la decisión de dictarle la prisión domiciliaria al músico Cristian “Pity” Álvarez. De esta forma, lo dejó al borde de recuperar su libertad, en el marco de un juicio que aún no se llevó adelante y que lo tiene acusado de homicidio.

Más de cuatro años pasaron desde la madrugada del 12 de julio de 2018 cuando Álvarez discutió con Cristian Díaz en el barrio Samoré de Villa Lugano. En ese momento, el ex líder de Viejas Locas sacó una pistola que llevaba en el bolsillo derecho de su campera y le disparó en la cabeza. Díaz cayó al piso y el músico efectuó tres disparos hacia la misma zona y luego huyó. 

En el medio, “Pity” fue detenido, llegó a juicio oral y el año pasado su proceso judicial fue suspendido por el deterioro en su salud mental. En junio de este año, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 29 reactivó la causa por una mejoría y determinó que el juicio en su contra comenzará el 22 de febrero. 

En esa misma resolución, y tal como había pedido el fiscal Sandro Abraldes, se ordenaba que Pity debía continuar con su tratamiento psicológico en un hospital de día, en línea con lo indicado por los peritos médicos. También se ordenaba el arresto domiciliario del músico.

Contra esa decisión, la defensa fue a la Cámara de Casación. Aseguró que el ex Intoxicados “tiene dañada su atención” y que en caso de que se haga el juicio “se llevaría a cabo el debate con un imputado ausente, inconsciente o cuyo grado de atención no le permite comprender y elegir las alternativas procesales que le proponga su defensa, proponer preguntas y diseñar en conjunto con su defensor las diversas estrategias”.

Cuestionó también el defensor oficial que se disponga una detención domiciliaria, ya que no tenía desde julio de 2021 ninguna restricción a su libertad y que era totalmente innecesario dictar algo así porque el músico no puede realizar “actividades cotidianas”.

En el fallo al que accedió en exclusiva Data Clave, el juez Daniel Morín (en un voto al que adhirió su colega Horacio Días) explicó que si bien fue fijada la reanudación del trámite para el 22 de febrero de 2023, todo se ve condicionado por un dictamen médico en el cual se determinará la evolución de Pity en el marco del tratamiento psicoterapéutico integral que está realizando. Esto significa que allí se determinará en qué condiciones está, por lo que descartaron suspender esa fecha de inicio de juicio.

No obstante, consideraron que la domiciliaria es “una medida cautelar excesiva sin fundamentación adecuada para ello”. “El tribunal no ha fundado porqué se podría inferir que intentará profugarse u obstaculizar el normal desenvolvimiento del proceso, máxime cuando la instrucción se encuentra concluida y el próximo acto procesal relevante, es la realización del debate”, se explicó en el voto del juez Morin y Días.

“Contrariamente a lo afirmado por el tribunal de mérito, la medida resulta desproporcionada desde una perspectiva material, puesto que el costo que se paga para el aseguramiento cautelar es demasiado oneroso en miras al interés que se pretende tutelar”, explicaron los dos jueces al momento de anular parcialmente la decisión que tomó el Tribunal en cuanto a la domiciliaria.

Por este motivo, la causa volverá a los jueces Gustavo Goerner, Hugo Daniel Navarro y Juan María Ramos Padilla, que deberán tomar en cuenta lo que dijo Casación. Cabe resaltar que el camarista Eugenio Sarrabayrouse había votado por revocar directamente la reanudación del proceso y la fijación de fecha de juicio pero su postura quedó en minoría.