Actividad metalúrgica en alerta: los números cayeron casi a niveles de la pandemia del Covid
Según el último trabajo de ADMIRA, se retrajo un 13,8% promedio en los dos primeros meses de 2024 frente al mismo período del año pasado. La estadística corresponde a un -14% de enero y -13,5% de febrero.
La crisis de arrastre que atraviesa el país se vio potenciada por la escalada inflacionaria de los últimos meses y las primeras medidas del gobierno de Javier Milei. Esto se ve reflejado en los números que empiezan a llegar de distintos informes que analizan la producción en el país.
En este sentido, la actividad metalúrgica se retrajo un 13,8% promedio en los dos primeros meses de 2024 frente al mismo período del año pasado. La estadística corresponde a un -14% de enero y -13,5% de febrero. A nivel sectorial, la caída interanual para enero y febrero se ha replicado en todos los rubros que componen el entramado metalúrgico con caídas superiores a 15% en diversos casos.
En términos intermensuales, la actividad cayó -2,5% con respecto a enero y acumula, de esta manera, una caída de -4,4% durante el año en curso, según el Informe de Actividad Metalúrgica del primer bimestre generado por el Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA).
La caída del sector registrada durante estos meses solo fue superada, en los últimos ocho años, por seis meses de los cuales cuatro de ellos fueron en Pandemia, en la mitad del 2020. La provincia que más ha caído ha sido Santa Fe, producto de la elevada influencia que tiene el sector de la maquinaria agrícola en la provincia. Con respecto al resto, la mayoría varió entre -10% y -15%, en línea con el promedio general para todo el sector.
El presidente de ADIMRA, Elio Del Re, analizó que las expectativas de la industria prevén una disminución de la producción en líneas generales, al igual que la demanda interna y el uso de la capacidad instalada, por lo que considera necesario “promover la inversión pero con una visión de impulsar el desarrollo de la industria nacional. Hay que evitar que las urgencias y presiones sectoriales promuevan la importación de equipos producidos localmente generando una estructura de enclave. En este sentido el Régimen de Grandes Inversiones presentado en el proyecto de Ley Bases no potenciaba la producción argentina”.