El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck y el presidente de YPF, Horacio Marín, salieron hoy a afirmar que se continuará con la construcción de la planta de gas natural licuado (GNL) en esa provincia, más allá de un eventual retiro de la petrolera Petronas del proyecto.

La planta se construirá “si no es con Petronas, con otra empresa, pero se hará”, dijo Weretilneck, a medios provinciales. Por su parte, Marín afirmó que “hay que desdramatizar la situación, son decisiones empresarias”.

El titular de YPF afirmó “no tener información” sobre cuál sería la decisión de Petronas, pero reconoció que la empresa de capitales malayos “es una de las mejores empresas de GNL del mundo y estamos trabajando muy bien con ellos".

Sin embargo, “si Petronas no continua, YPF va a seguir adelante. Es un proyecto que tiene mucho interés (y que) no depende exclusivamente de Petronas. Pueden ingresar otras compañía". 

Las palabras del mandatario y del titular de YPF se conocieron luego de que informaciones periodísticas aseguraran que la compañía de origen ruso se retiraría de la construcción de la planta de GNL en la localidad de Punta Colorada, en la localidad rionegrina de Sierra Grande, con una inversión impulsada por el RIGI de US$ 30.000 millones.

Desde la compañía Petronas no hubo comentarios al respecto a pesar de los pedidos de medios especializados.
Este desarrollo resulta clave para Argentina, ya que le permitiría ahorrar la compra de combustibles, e incluso exportar unos US$15.000 millones en 2030, según afirman desde YPF.

La construcción de la planta generó una puja entre la provincia de Buenos Aires, que quería el gasoducto que viene desde el yacimiento de Vaca Muerta terminara hasta Bahía Blanca, mientras que Rio Negro, ofreció la zona de Punta Colorada.

La decisión de YPF se oriente hacia la localidad rionegrina debido a que Wereltineck adhirió al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), algo que fue rechazado por su par Axel Kicillof.

La planta estará proyectada en la zona de Punta Colorada, en la localidad rionegrina de Sierra Grande, donde también se llevará a cabo la puesta en valor y modernización de un viejo puerto en desuso con salida al océano Atlántico. 
La inversión total del proyecto prevista para concretarlo en una década es de US$ 30.000 millones, en diferentes etapas.