El costo de la Canasta Básica Total aumentó durante el año pasado 40,5 % por lo que una pareja con dos hijos de seis y ocho años, necesito de $ 76.146 para comprar la cantidad  mínima de alimentos, ropa y transporte para y no caer en la pobreza, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

En tanto, el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) subió el 45,3 % durante al año pasado, con lo cual el mismo grupo familiar necesitó de $ 32.963 para adquirirla y no caer debajo de la línea de la indigencia.

Llamó la atención que la suba del 40,5% de la CBT estuvo casi 10 puntos por debajo de la inflación, que llegó al 50,9%.

En tanto, la diferencia de 5 puntos entre la CBA y la CBT se debe a durante el año pasado estuvieron caso “congeladas” las tarifas de los servicios públicos y el transporte, en Capital Federal y el Gran Buenos Aires.

La CBA, que reúne la cantidad mínima de comida para la subsistencia, y que marca el umbral por debajo del cual se cae en la línea de indigencia, registró en diciembre una suba del 3,9 %.

En tanto la CBT reúne además de una porción mínima de alimentos y bebidas, suma una cantidad indispensable de indumentaria y el pago de transporte para no caer por debajo de la línea de pobreza, subió en el último mes del año 3 %.

El Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) apuntó a que el índice de pobreza descendió al término del tercer trimestre del 2021 al 43,8% frente al 44,7% de julio-septiembre del 2020.

En tanto, el nivel de indigencia, entendida como la gente pobre cuyos ingresos ni siquiera les alcanzan para comprar la cantidad mínima para alimentarse, se mantuvo en el 8,8%.

El director del Observatorio, Agustín Savia, apuntó a que los planes sociales “son fundamentales para evitar que se dispare la indigencia". Sin estas ayudas ese índice aumentaría del 8,8% a. 18%.

“Los efectos que tendría sacar los programas serían muy fuertes desde el punto de vista social. Generar reducciones a los programas tiene efectos muy corrosivos”, dijo Savia en el informe.

En cuanto a la pobreza, la estimación de la UCA es que sin los planes pasaría de 43,8% a 48,9%.

Savia, expresó que esta situación extremadamente crítica exige un plan de estabilización y shock económico, pero que solo reduzca el gasto social a medida que se genere más empleo. 

Este horizonte, aclaró, va más allá del acuerdo que negocia el país con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que la inflación es la principal causa que explica este empeoramiento de los indicadores sociales. En particular, explicó que la fuerte recuperación económica de este año no se reflejó en una mejora nítida en términos sociales porque fue “anulada” por la fuerte inflación.

Advirtió también que debido a la precarización, “cada vez más trabajadores son pobres”.

“La situación no es prometedora; tal vez por efecto de arrastre estadístico en el primer trimestre del 2022 la tasa de pobreza sea del 40% en el mejor de los escenarios. Y en el peor no hay techo, si se asume un fuerte desequilibrio macroeconómico e inflacionario”, advirtió Savia al presentar los datos a la prensa.

La última medición del Indec, dada a conocer en octubre sobre datos censados durante el primer semestre del año, registró que el 40,6 % de los habitantes estaban por debajo de la línea de la pobreza, contra 40,9 % de igual período del 2020.

Dentro de esta mediación de la pobreza, el 10,7% eran indigentes frente al 10,5 % del primer semestre de 2020. La próxima medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos se conocerá el 30 de marzo, sobre los datos del segundo trimestre del 2020.