Sergio Massa festeja los resultados de su gira: el tiempo que se ganó y las nubes en el horizonte
El ingreso de reservas por organismos multilaterales y el "dólar soja" son una buena noticia para el ministro de Economía. También lo será la aprobación de la segunda revisión del FMI. El nuevo rol de Marco Lavagna. Qué pasa con la inflación y con la actividad económica.
La gira del ministro de Economía, Sergio Massa, finalizará este lunes con buenos resultados respecto a lo que fue a buscar en Washington, sobre todo, y en Houston: inversiones y dólares para nutrir las reservas del Banco Central. A eso se suma la aprobación de la segunda revisión del FMI, de cara a su reunión del lunes con la titular del organismo, Kristalina Georgieva.
La primera semana del “dólar soja” también dio resultados positivos. La pregunta es si el tiempo que compró con el ingreso de divisas será suficiente para mantener la estabilidad cambiaria por más tiempo y si el ajuste no tendrá efectos negativos dentro del Frente de Todos.
El desembarco en agosto de Massa en el Gabinete fue un respiro para la crisis política que aquejaba al Frente de Todos, tras el paso de Martín Guzmán y Silvina Batakis por el Palacio de Hacienda. Los gestos de disciplina fiscal, en continuidad con su antecesora, por parte de un ministro con peso político llevó calma al mercado en las primeras semanas. Hubo una tregua después de que el dólar blue trepó a los peligrosos $350.
Por caso, el hasta la semana pasada hostil titular del BID, Mauricio Claver Carone, aprobó el desembolso de “libre disponibilidad” para fortalecer las reservas del BCRA por US$ 1.200 millones, de los cuales US$ 500 llegarán antes de que termine septiembre y US$ 700 millones antes de que finalice el año. El cubano Carone había rechazado bajar esos fondos a Guzmán y a Batakis ante la falta de credibilidad sobre un programa sólido, algo que destacó en Massa en una conferencia de prensa posterior a su encuentro.
La confirmación de dólares por parte del Banco Mundial y el apoyo político de los funcionarios del departamento de Estado fueron claves para el fortalecimiento de la imagen del titular de Hacienda. En la nueva relación con los organismos de crédito multilaterales y privados jugó un papel central el titular del Indec, Marco Lavagna, destacado en los pasillos de Economía por ser un experto en la materia y por sus buenos vínculos. Estuvo presente en el último encuentro con la CAF también en Argentina.
Además, Lavagna en los hechos se desempeña ya como secretario de Relaciones Financieras Internacionales. En ese sentido, hay un despacho libre con esa chapa en el Ministerio de Economía y no se descarta su desembarco en algún momento.
La primera semana del “dólar soja” permitió el ingreso de US$ 1.650 millones en la última semana, con un promedio de contratos de soja 5 veces mayor al que hubo en agosto. El BCRA pudo comprar reservas por US$ 1.000 millones. Sin embargo, los analistas advierten que lo que se liquide hoy, no estará más adelante y la dinámica de las importaciones será central. La contracara es mayor emisión monetaria y deuda para una fenomenal transferencia de ingresos al sector agroexportador.
La otra buena noticia llegará por parte del FMI, cuando se conozca la aprobación técnica de la revisión del segundo trimestre, es decir hasta junio, momento en el que Guzmán seguía comandando la política económica. La luz verde para un desembolso de US$ 4.000 millones llegará a pesar de la “contabilidad creativa” que le endilgan a la gestión del funcionario en el que Alberto Fernández jugó gran parte de su poder político.
La misión técnica argentina dio los resultados esperados en Washington, luego de semanas de “zooms” con los miembros del FMI. El equipo económico estuvo integrado por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; el jefe de asesores, Leonardo Madcur; el secretario de Finanzas, Eduardo Setti; el director del Banco Central, Lisandro Cleri y Marco Lavagna. También se sumó la secretaria de Energía, Flavia Royón, quien explicó cuál sería el ahorro de la nueva segmentación de subsidios a las tarifas por consumo e ingresos. Por parte del Fondo encabezó la misión el jefe del caso argentino, Luis Cubdeddu.
Este lunes, Massa se verá cara a cara con Georgieva para sellar políticamente una nueva etapa en el acuerdo. El titular del BCRA, Miguel Pesce, ya se encuentra en la capital de Estados Unidos para sumarse a la reunión y no se descarta la participación de Batakis. El compromiso del ministro sobre el cumplimiento de la meta de déficit fiscal, emisión monetaria y de acumulación de reservas quedó claro desde su primera intervención en el cargo que desempeña actualmente y el ajuste en marcha pareciera tener el aval de los principales socios del Frente de Todos, incluida Cristina Kirchner.
En el Ministerio de Economía festejan los resultados: “desde que llegó Massa los dólares paralelos acumulan una baja de $55. Con el tipo de cambio oficial subiendo a razón de 7% mensual, las brechas entre oficial y paralelo se han reducido fuertemente, ubicándose en zonas del 80% contra brechas del 140% a fines de julio”. También destacan la performance “alcista” de los bonos y acciones argentinas en Wall Street, además de la “estabilización en valores 20% superiores a los de julio de los bonos argentinos”.
El camino no solo es largo de cara a 2023, sino pensando en fin de año. El ajuste de las cuentas representa un menor margen para el impulso fiscal a la actividad económica y el consumo, en un contexto en el que la inflación se come el poder adquisitivo de los salarios. Esta semana se conocerá la de agosto, que no estará muy por debajo del 6,5%, mientras los analistas anticipan un piso de 95% para el 2022.
La necesidad de acumular US$ 5.800 millones para cumplir la meta anual con el FMI no está para nada cubierta. La contracara será la continuidad en el endurecimiento del cepo importador, en el marco de los reclamos industriales por un posible freno en la producción por falta de insumos. Allí el Gobierno se juega una ficha en el empleo y la recaudación, algo no menor a la hora de bajar el déficit.