El pago de propinas a través de billeteras electrónicas, o tarjetas de crédito o débito entrará en vigencia en 90 días, es decir, el 14 de octubre, y beneficiará a los trabajadores de los sectores gastronómico, turístico, expendedores de combustibles y actividades de reparto, aunque se prevé que en el futuro se sumen otros sectores.

Así lo destacó un comunicado del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, en el cual dio cuenta que “en la mayoría de los países del mundo esta práctica es común, pero en Argentina, en los hechos, estaba vedada porque la ley de Contrato de Trabajo consideraba a la propina como una remuneración”. 

Por lo tanto, su pago electrónico, “elevaba los costos para el empleador e inducía a que no hubiera incentivos para que se hiciera de manera electrónica”.

La cartera que dirige Federico Sturzenneger dio cuenta que este impedimento “se agravó con el paso del tiempo, ya que el uso cada vez más extendido del dinero electrónico redujo el monto pagado en propina”.

En este marco, el Gobierno “consideró necesario y urgente remover los obstáculos al cobro electrónico” y dispuso que el dinero de la propina podrá ir en forma directa a una cuenta del trabajador involucrado o acreditarse en una cuenta del comercio, separada de la habitual” para ser transferida a los empleados “en plazo de 24 horas, de forma digital o física, sin descuentos ni deducciones”.

A partir de esta decisión, “las empresas de servicios de cobro deberán facilitar a los comercios la opción de recepción de pago con propina para que los consumidores puedan añadir un monto a la cuenta”.

Además, la medida no generará ninguna obligación impositiva a los comerciantes ni será considerada parte de la relación laboral. Los comercios, las tarjetas de débito y crédito y los medios electrónicos de pago “no podrán realizar retenciones o percepciones de ningún tipo sobre las propinas”, destacó el DNU.