Registradas: una reparación al sector utilizado históricamente como variable de ajuste
El gobierno anunció que pagará una parte del sueldo de trabajadoras de casas particulares durante seis meses para contribuir a la formalización del empleo. La importancia de la bancarización y el impacto en la economía de la registración de los trabajos de cuidado.
El gobierno nacional implementó el Programa "Registradas", que busca incentivar la registración de empleadas de casas particulares a través de distintos beneficios, entre los que se destaca el pago de hasta el 50 por ciento del salario de las nuevas trabajadoras durante un plazo de seis meses.
El aporte del Estado será de un 50 por ciento de la remuneración neta mensual mínima cuando "la parte empleadora tengan un ingreso bruto mensual inferior al 70 por ciento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias que actualmente es de 117.374 pesos", y del 30 por ciento, cuando la parte empleadora cuente con un ingreso bruto mensual que esté comprendido entre el 70 y el 100 por ciento del mínimo no imponible.
Durante la presentación, la ministra de las Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta afirmó que "nosotros queremos apoyar y dar un alivio a esas familias de clase median que en su organización al reactivarse la vida y de las actividades laborales y escolares, necesitan esos apoyos de la economía del cuidado".
El guiño estatal a la clase media no es un dato menor. Durante la pandemia los trabajos de cuidados que recaen en las mujeres se duplicaron y el trabajo doméstico fue uno de los más castigados y donde mayor nivel de desempleo se registró, ya que muchos hogares no pudieron sostener los salarios de sus empleadas. Cerca de 400.000 mujeres perdieron sus empleos.
Lucía Cirmi, economista y Directora Nacional de Políticas de Cuidados del Ministerio de Mujeres dialogó con Data Clave y explicó que "la política esta diseñada de forma tal que cuando mas ganas, menos subsidie el Estado". "Nuestro objetivo son las trabajadoras, pero al igual que en el REPRO o ATP, lo que hizo el Estado fue subsidiar salarios para conservar puestos de trabajos. Acá nos interesa tener puestos formales, entones al igual que en dichos beneficios, se subsidia y el empleador se beneficia".
La importancia de la bancarización para un sector estigmatizado
"Cuando formalizas el trabajo se abre un mundo de derechos que ya están consagrados para las trabajadoras de casas particulares desde 2013 que tiene que ver con licencias pagas, con aportes para la jubilación, vacaciones, con decirle al resto de la sociedad que tenés un empleo formal", remarcó Cirmi y agregó: "cuando no tenés ingresos probados terminas yendo a canales de créditos alternativos que generalmente son muy usureros entonces la formalización te da otro estatus en tu situación económica".
Las declaraciones de la funcionaria echan por tierra las críticas que recibió la media por parte de la sociedad que acusaron al gobierno de beneficiar a quienes más tienen. "Las familias de más ingresos en Argentina ya tienen beneficios, en relación a contratar trabajadoras de casas particulares, que son las familias que pagan impuestos a las ganancias. Esas familias ya pueden deducir, prácticamente, todo el salario que le pagan a la trabajadora. Ya venimos de un escenario donde existen beneficios para familias de mas altos ingresos", detalló la entrevistada.
La medida apunta a la franja que esta después, este beneficio es para quienes ganan por debajo de las personas que pagan impuestos a las ganancias.
"Este sector siempre fue muy subvalorado en la economía, cuando es remunerado y cuando no, y la realidad es que la pandemia con toda la reorganización de los cuidados que implicó demostró que es la única parte de la economía que no se para", finalizó Cirmi.
Los números hablan
El último relevamiento realizado por el Ministerio de Trabajo de la Nación muestra que en Argentina alrededor de 1,4 millones de personas está ocupada en el trabajo doméstico en casas particulares; es una actividad casi exclusivamente realizada por mujeres (99,3%) y concentrada en el tramo etario mayor a 35 años.
En total representan 8,1% del total de la población ocupada del país y el 17,4% de las mujeres trabajadoras. El 76,8% de las trabajadoras domésticas en casas particulares son informales (no registradas), es decir que su empleador no les realiza aportes jubilatorios.
La tasa de no registro es mayor cuanto menor es la cantidad de horas que trabajan en el empleo principal (casa de mayor cantidad de horas) y las trabajadoras no registradas cuentan con un bajo nivel de acceso a derechos como obra social (9,4%), aguinaldo (18,8%) y seguro de accidente (3,3%).
Desde el gobierno esperan revertir estos números en los próximos meses con el programa Registradas, cuya inscripción al programa permanecerá abierta durante octubre, noviembre y diciembre a través del sitio web de la AFIP y se aclaró que, para el trabajador, el beneficio no es contradictorio con la Asignación Universal por Hijo, la Asignación por Embarazo, el Progresar, el Potenciar Trabajo o la Tarjeta Alimentar.