Los argentinos vamos a votar con el doble de inflación, más pobreza y más deuda que en el 2019
Ya sea por la pandemia, la guerra en Ucrania, la sequía, internas o ineficiencia, la mayoría de los registros muestran un grave deterioro económico y social entre las PASO presidenciales
Para agosto del 2019, cuando se realizaron las PASO que ubicaron al frente el binomio presidencial de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, la deuda del Estado Nacional en condiciones normales de pago ascendía a US$ 307.589 millones, cuatro años después -y a valores de junio, los últimos publicados– los compromisos que debe afrontar Argentina ascienden a US$ 401.303 millones.
Este aumento de US$ 93.714 millones en 46 meses, a razón de US$ 2.037 millones por mes en promedio, se “logró” a pesar de una “reperfilación” de vencimientos, realizada en los últimos meses del gobierno de Mauricio Macri, y la renegociación de la deuda con los privados y con el Fondo Monetario Internacional, (FMI) llevada adelante por la administración de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Estas PASO encontrará a los 35,3 millones de habitantes en condiciones de votar inmersos en una inflación del 115% en los últimos 12 meses, contra el 55% que se acumulaba entre agosto del 2019 y mismo mes del 2018.
Claro que esto tiene consecuencias. Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto enfrentaban esa “primera vuelta” electoral con un índice de pobreza del 35,4%, entre los que se contaban 7,7% de indigentes.
Cuatro años después, el porcentaje de gente que se encuentra bajo la línea de pobreza alcanzaba al 39,2% y la indigencia, entendida como la cantidad de gente cuyos ingresos no les alcanza para comprar la cantidad mínima para la subsistencia, llegaba al 8,8%.
Y la cotización del dólar, ese medio al que acceden algunos argentinos para defenderse de la depreciación de la moneda, rondaba los $ 45, y luego de que el binomio Fernández y Kirchner le sacaran 15 puntos al de Marci-Pichetto el mercado “colapsó” y luego de varios días sin operaciones logró estabilizarse en $ 60. Hoy, hay que multiplicar por 10 ese valor para conseguir la divisa en el mercado libre de cambios. Ya se sabe: "el que apuesta al dólar...."
El panorama es tal, que hasta economistas peronistas advirtieron que el próximo Gobierno deberá encarrillar las variables económicas, reducir el déficit fiscal hasta eliminarlo, quitar la distorsión de precios relativos.
“Argentina necesita sí o sí un plan de estabilización. La discusión entre shock y gradualismo se terminó. Una cosa es tener dos o tres puntos de inflación por mes y ahí la receta gradual es una opción, pero con el 6 o 7 por ciento mensual no queda otra que pensar en un plan de estabilización”, dijo de manera tajante el ex ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Otro economista del peronismo, Diego Bossio, cercano al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, advirtió que el país debe hacer una consolidación fiscal “porque si seguimos con déficit, vamos a seguir con inflación de 130% y no hay nada peor para los sectores humildes y más postergados” que el aumento constante y generalizado de precios.