Los árboles no crecen hasta el cielo: la suba de la soja comienza a aplacarse
La tonelada no baja de U$S500. Este año ingresarán U$S 8.600 millones adicionales del sector agrícola, y si bien los precios no seguirán en alza, tampoco caerán a niveles pre pandemia.
Hace ocho meses la soja valía US$ 340 la tonelada, hoy no baja de los US$ 500. Eso, y la suba de los precios de otros granos, como el maíz y el trigo, harán que Argentina reciba unos US$ 8.600 millones adicionales por sus exportaciones de granos y derivados. Sin embargo, el ciclo parece haber tocado “su techo”.
El economista del IERAL, Juan Garzón, explicó que “una de las referencias para señalar que el ciclo alcista de precios está perdiendo sus motores, es el flujo de importaciones de soja de China, que según las últimas estadísticas disponibles se ha estabilizado en los 100 millones de toneladas al año”.
Esto estaría indicando que con este volumen de compras, el gigante asiático “se siente relativamente cómodo como para abastecer el flujo esperado de consumo de su mercado interno”, dijo Garzón a Data Clave.
En el caso de las oleaginosas, se sabe que China es el principal importador mundial de soja y por ende arrastra a todos sus derivados industriales. Pero el gigante no sólo ha ido y va por la soja, sino que en los últimos meses mostró fuertes importaciones de cereales, como trigo, cebada, sorgo y maíz, reforzando el tirón de demanda sobre el mundo de los granos, y por ende, los precios.
El IERAL, la casa de estudios de la Fundación Mediterránea consideró que “en un escenario de base” en tanto volúmenes y precios de los granos y sus derivados, las exportaciones llegarán a US$ 33.900 millones, un 34% por encima del 2020, o medido de otra manera, US$ 8.600 millones adicionales
En el Mercado de Chicago, las posiciones más cercanas cotizan bastante por arriba de las de mediados y fines de año, cuando ingresa la cosecha del hemisferio norte.
Mientras que los precios actuales están en un rango de US$ 510- 520 la tonelada, los valores bajan a US$ 460-470 para septiembre y se ubican más cerca de los US$ 450 para noviembre; es decir el mercado está trabajando con un ajuste de un 10%/15% para la segunda mitad del año. Una escalera descendente similar se observa en los futuros del maíz.
“No se trata de una vuelta al nivel de precios pre-pandemia, más cerca de los US$ 350-380 la tonelada, sino más bien a una situación intermedia”, apuntó Garzón, quien recordó que en el caso de la soja, que los valores medios de los dos primeros meses del 2021 “están entre 40% y 50% arriba de los valores de los últimos 6 años”.
Por su parte, Inés Najmías, de Agrícola Ascensión, empresa dedicada al arrendamiento de campos y producción, agrega otro componente a este “amesetamiento” en los precios, y es la salida de los agentes financieros.
“Con las tasas en sus mínimos históricos y el dólar quito, muchos de estos fondos vieron una oportunidad de hacer negocios en el mercado de granos”, explicó Najmías a Data Clave. "¡Y claro que lo hicieron! El precio de la soja comenzó a volar por la demanda china, y ellos, acentuaron esa suba, Por eso hoy hay tantas oscilaciones” en los valores “porque comienzan a desarmar posiciones, y ver qué otro negocio se puede armar”, dijo.
Por último, también los altos precios hacen que en el hemisferio norte las intenciones de siembre hayan aumentado, y eso repercute una mayor oferta a partir de setiembre/octubre, cuando Argentina y Brasil terminan de vender sus cosechas.