Tal vez porque llega septiembre y el Indec preanuncia una serie de indicadores con resultados horribles, caída de la economía, aumento en la desocupación y la pobreza, es que el presidente Alberto Fernández se apuró a comparar el efecto de la cuarentena con el gobierno de Mauricio Macri. 

"Si nosotros revisamos los primeros cinco meses de la Argentina de 2020 en términos laborales, producto del ATP y de todas las medidas como la prohibición de despidos y con la doble indemnización, a la Argentina le fue mejor con el coronavirus que con el gobierno de Mauricio Macri", dijo Fernández la semana pasada en diálogo con Radio Diez. 

Pero cuando todavía resonaban esas palabras, un par de días después, el ex mandatario Eduardo Duhalde habló de un posible “golpe de estado” y borró todo tipo de comparación. 

Como sea, lo cierto es que desde el Gobierno saben que, más allá de los esfuerzos hechos como el ATP o el IFE, por el impacto de la cuarentena y la falta de expectativas, las cifras que se darán a conocer en septiembre marcarán uno de los puntos más bajos de la economía argentina. 

Comencemos por el marco general. El martes 22 de septiembre, una semana después de que Fernández presente su primer proyecto de Ley de Presupuesto, el Indec precisará cuánto fue la caída de la economía en el primer semestre. 

El organismo ya adelantó a través de Estimador Mensual de la Actividad Económica, que reúne varios de los componentes del PBI, que el retroceso acumulado hasta junio fue del 12,9%. Pero no todo se le puede achacar a la cuarentena, o la pandemia, según desde que óptica pretenda analizarse. 

Hasta febrero, antes de que se desatara la cuarentena, la economía venía cayendo a un ritmo del 2% interanual desde diciembre inclusive. Ni la asunción de las nuevas autoridades en diciembre había alentado un mayor dinamismo, a la espera de la resolución de la deuda y un plan económico. 

Una caída del 12% para todo el año, como prevén los economistas sería la más profunda de la historia y superaría a la del 10,9% del 2002, cuando se derrumbó la Convertibilidad. 

Un día más tarde, el miércoles 23, el Indec dará a conocer el Índice de Desocupación, que desde consultoras como Ecolatina, a departamentos económicos como el de la Unión Industrial Argentina, estiman que ascenderá al 15% y que no será mayor por el desaliento que representó ir a buscar trabajo en medio del cierre generalizado de las empresas. 

Un 15% de desocupación en el segundo trimestre del año se colocará por sobre el 10,6% de igual período del año pasado, y del 10,4% de enero-marzo de este año. Pero es más, quedará muy por encima del 8,9% con que se fue Macri. 

Para el miércoles 30, y para cerrar el mes, el Indec informará el Índice de Pobreza e Indigencia para el primer semestre del año que según estimaciones privadas, rondará el 40%, contra el 35,5% del año pasado. 

El Ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, reconoció que “ha aumentado la pobreza y la desigualdad” en el país, debido a la caída en el nivel de actividad económica. 

“Es evidente, si bien es difícil hacer encuestas en este contexto”, dijo Arroyo, quien explicó que “sin dudas va a dar un aumento (en el nivel de pobreza) porque subió el costo de los alimentos y porque mucha gente no solo que no tiene changas y tiene menos ingresos, sino que también está endeudada”. 

Por su parte, el profesor de la Universidad Di Tella, Martín González Rozada, quien viene llevando adelante estudios sobre la pobreza en el país, estimó que “en la primera mitad de este año, el índice de pobreza habría rondado el 40 al 41% de la población urbana”. 

Este nivel se había alcanzado luego de haber oscilado entre el 33 al 35% en el primer trimestre, para trepar al 45/47 % en el segundo, según los cálculos de González Rozada.