Indec informará si bajó la pobreza con el crecimiento económico y el descenso de la desocupación
A pesar de esos buenos indicadores, la elevada inflación pone en dudas una mejora en la situación social.
Es casi seguro que el Índice de Pobreza e Indigencia del primer semestre de este año que dará a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) estará por debajo del 40,6 % y 10,7% de enero-junio del año pasado.
Pero las dudas pesan sobre si las mediciones del primer semestre de este año estarán por debajo de las del último semestre del 2021, cuando el Índice de Pobreza era del 37,3% y la indigencia del 8,2%.
Es que la inflación del primer semestre del año fue del 36,2% y licuó varias de las mejoras salariales que tuvieron, especialmente los trabajadores “en negro”, que son el 37% del total.
El índice de Pobreza, y el de Indigencia, se conforma por una comparación del costo de la Canasta Básica Total (CBT), en el primer caso, y de la Alimentaria (CBA), en el segundo, frente a los ingresos percibidos por una persona o un grupo familiar.
Como datos positivos, entre segundo trimestre de este año e igual período del año pasado el Índice de Desocupación bajó al 6,9% desde el 9,6% de con un crecimiento del 6,5% de la economía, pero con una inflación del 64% en 12 meses. Por eso es muy posible que tanto la Pobreza como la Indigencia esté por debajo del 40,6 % y 10,7% de enero-junio del año pasado.
Pero el precio de la CBT que fija el umbral por debajo del cual se cae en la línea de la pobreza aumentó 36,9% en el primer semestre del año para alcanza a junio los $104.216, para una pareja con dos niños de 6 y 8 años. En tanto la CBA, por debajo de la cual se cae en la indigencia, aumentó 41,1% en el primer semestre para llegar a $ 45,529 millones.
En ese marco, el Índice de Salarios subió 34,3% en el primer semestre, es decir, por debajo de la evolución de la CBT y la CBA, pero con diferencia al interior de los ingresos, ya que los trabajadores privados tuvieron un alza del 36 %; los empleados públicos, 35,2%, pero los no registrados, que son el 37% del total de los empleados, el 27,9%.
El secretario de Desarrollo Productivo, José de Mendiguren reconoció el martes que “hemos bajado la desocupación, pero los salarios siguen muy atrasados. Hay gente que trabaja y sigue siendo pobre”.
Según el propio Indec, el 70 % de la población ocupada, sea esta asalariada o cuenta propista, apenas alcanzaba a reunir $ 80.000 por mes en el segundo trimestre del año, y si se toma el grupo familiar, el 70% del ingreso se elevaba a $140.000.