IERAL y Moody’s advierten sobre dificultades para refinanciar deuda en pesos
Son más de 2,2 billones de pesos que vencen entre julio y septiembre inclusive. El Estado le quita financiamiento al sector privado.
“El rol cada vez más activo del Banco Central, emitiendo pesos para comprar bonos del Tesoro. que han saturado la demanda del mercado, no puede ser un mecanismo permanente”, advirtió el IERAL, en un reciente informe en el que destacó que el Gobierno deberá pagar 2,2 billones de pesos de acá hasta septiembre,
En el mismo sentido, el jefe de analistas de riesgo soberano para Argentina de Moody’s, Gabriel Torres, dijo que la nueva ministra de economía, Silvina Batakis, “deberá hacer frente a graves problemas macroeconómicos y crediticios en un contexto político cada vez más complicado en el país”.
Torres, en declaraciones a Radio Rivadavia, apuntó a que "los altos niveles de inflación, la caída de reservas internacionales, el aumento de la deuda en pesos y la necesidad de reducir el déficit fiscal para cumplir con los objetivos acordados con el Fondo Monetario internacional (FMI) representan grandes desafíos que la nueva ministra deberá enfrentar".
“Hoy no veo forma de que Argentina evite defaultear” su deuda en dólares “así lo expresan los mercados” a través de la suba de la tasa de Riesgo País, y que haya una “restructuración” con una quita mayor a la negociación de agosto del 2020, salvo “que haya un cambio en el 2023”.
Además, con una inflación anualizada del 100% “el riesgo de un default de la deuda en pesos es alto”, aseguró Torres.
Los vencimientos de deuda en pesos del Tesoro que cada vez cuesta más refinanciar acumulan, de aquí a fin de año, 3,6 billones de pesos. “Esa espada de Damocles se hace muy pesada y filosa en septiembre, con títulos que vencen por casi 1,2 billones”, destacó el IERAL.
La casa de estudios de la Fundación Mediterránea, apuntó a que “la creciente dificultad para refinanciar estos vencimientos es lo que disparó la emisión de pesos” por las compras del Central en el mercado secundario de bonos, por lo que resultó “inevitable que la brecha cambiaria, los precios y las expectativas de inflación se hayan ajustado al alza en estos días”.
El dato de la inflación de julio, cuando se conozca en agosto, “muy probablemente reflejará parte de este deterioro”, aseguró.
Para no seguir en este camino “es necesario anclar las expectativas, no hay opción. El tema es el gasto público”. En mayo, las erogaciones primarias subieron a un ritmo de 88% interanual y es posible que, “para cumplir con un déficit primario de 2,5 puntos del PIB en 2022, se necesite pasar al 60% a lo largo de todo este segundo semestre”.
“Lo que hay que dar vuelta es la percepción de los agentes económicos locales, examinadores más rigurosos y detallistas que el propio staff del Fondo. Y con tiempos mucho más cortos que los 90 días que faltan hasta fin de setiembre, cuando deba hacer el nuevo chequeo dentro del programa acordado”, sentenció el IERAL.