El intercambio comercial de septiembre dejó un superávit de US$ 1.667 millones, más del doble que los US$ 598 millones de igual mes del año pasado, en medio de una restricción a las importaciones.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó hoy que las exportaciones alcanzaron los US$ 7553 millones, con un crecimiento interanual del 59,8%, mientras que las importaciones los US$ 5.886 millones, con un avance del 42,6%.

Lo cierto es que desde marzo y hasta agosto inclusive, las importaciones venían creciendo a un ritmo superior al 60% interanual, (llegó al 79% en junio) y ahora retrocedieron al 42 %.

El Indec explicó que este nivel de aumento fue una “consecuencia de una suba de 19,6% en las cantidades y de 19,0% en los precios” y que “todos los usos económicos registraron variaciones positivas, salvo vehículos automotores de pasajeros (VA), que cayó 36,4%”. 

En este marco, se inscribe la decisión de Renault Argentina de dejar de vender en el país el Kwid “debido a los problemas de disponibilidad generados por las restricciones a las importaciones, y con el objetivo de potenciar los vehículos de fabricación nacional”.

La firma dejó clara su intención de retomar las ventas de este auto, tan pronto sea posible. “Sabemos que el Kwid es un vehículo muy aceptado por el público argentino y esperamos en algún momento poder volver a traerlo a nuestro mercado, cuando las condiciones del contexto lo permitan”, dijo el comunicado oficial.

En medio de este marco, la importación de bienes de capital aumentó 35%; Intermedios, 54,6%; Combustibles y lubricantes, 77,8%; piezas y accesorios para bienes de capital, 51,2%; bienes de consumo, 20,1%; y resto, 29,5%, mayormente por el incremento de bienes despachados mediante servicios postales (couriers).

En los primeros nueve meses del año, el intercambio comercial dejó un saldo favorable de US$ 12.322 millones, unos 300 millones menos que lo obtenido a lo largo de todo el año pasado.

El principal factor de este crecimiento, fueron los buenos precios agrícolas que tuvo el país, sobre todo, en la primera mitad del año.

El Indec dio cuenta que “si hubiesen prevalecido los precios del mismo mes del año anterior, el saldo comercial habría arrojado un superávit de US$ 878 millones. Bajo este supuesto, y debido a que el Índice de precios de las exportaciones tuvo una suba de mayor magnitud (29,7%) que el de precios de las importaciones (19 %), el país registró una ganancia en los términos del intercambio de US$ 523 millones".