Para quienes tienen dólar billete las recientes subas de la divisa hacen que comprar autos resulte una buena oportunidad. Esa dinámica choca con los faltantes en los salones de ventas, que las concesionarias atribuyen desde hace más de un año a la baja en las entregas por parte de las terminales ante las dificultades para acceder a los dólares para importar.

Las empresas que se dedican a la venta de autos 0 kilómetro se quejan principalmente por la falta de previsibilidad a la hora de armar su esquema de negocios. Eso nace a partir de una baja en las proyecciones de patentamientos en 2021 respecto a lo que se esperaba a principios de año. Otro punto central es la posibilidad de conflictos judiciales con los clientes por la demora en las entregas.

El directivo de una importante cadena de concesionarios, que comercializa la marca Volkswagen, comentó a Data Clave que “por las restricciones para importar, las entregas desde las terminales bajaron 60% desde hace poco más de un año”. El empresario detalló: “lo que más tenemos son los vehículos de producción nacional, como la Taos o la Amarok”.

"Se está atravesando por este tema que le pasa a todas las marcas por igual. Nosotros nos manejamos con el stock y se vende lo que hay. Porque puede haber denuncias que terminan en juicios por no cumplir con los clientes", agregó. 

Desde una de las terminales, comentaron que el mayor problema actual es el Auto Ahorro, en el que un cliente se suscribe a un plan de cuotas por un 0 km y desde una determinada cantidad de cuotas, en este caso la cuarta, debería ser entregado al comprador. “Ahí se forman los mayores cuellos de botella, la concesionaria es casi una intermediaria ahí, pone la cara”, precisó la concesionaria.

“Cualquier faltante de unidades para la venta es importante, además del faltante para importar existen problemas a nivel mundial”, señaló a Data Clave el presidente de la Cámara de Comercio Automotor (CAC), Alberto Príncipe. “Hay un faltante a nivel mundial de insumos para armar automóviles y se está dando un cambio hacia la electromovilidad que hace que las casas matrices achiquen el stock”, detalló. 

Desde Toyota confirmaron que sus problemas vienen de la mano de los faltantes a nivel mundial de microchips. “Nosotros tenemos balanza comercial con superávit, no tenemos problemas con restricciones internas”, afirmaron.

En cuanto a la problemática local, el directivo de la CAC precisó que “internamente, en Argentina se suma la falta de dólares para importar insumos, autopartes y autos. El auto es dólar, y para poder importar es importante tenerlos. Por la situación local habrá que tener paciencia para resolver las cuestiones del país”. 

Desde un salón de Chevrolet mencionaron que la caída de entregas es de un 60%: “si me daban 100 autos, ahora me mandan cuarenta y a veces menos”. “Eso afecta las decisiones a futuro, porque no podés proyectar inversiones. Es prácticamente imposible. Uno quiere ampliarse, abrir mercados, ir a otras zonas. Pero como no hay ventas, las previsiones empresariales no se pueden hacer sobre bases sólidas”, añadió.

Por parte de las terminales sostienen que hay un retraso en la aprobación de la SIMIs (Sistema Integral de Monitoreo de las Importaciones), que es la aprobación no automática de los pedidos de importación. Se tramita a través de la Secretaría de Industria y se necesita autorización del Banco Central para el acceso a las divisas necesarias.

La dinámica de faltantes hizo que las expectativas de venta cayeran respecto a lo que se esperaba a principios de año. El presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), Ricardo Salomé, advirtió hace algunas semanas que “con suerte podremos completar el año en 380.000 unidades cuando recordemos que en el primer trimestre teníamos proyecciones de 450.000 patentamientos y luego pasamos a 420.000 hasta que nos quedamos con un flujo insuficiente de unidades para comercializar”.

“Con un mercado de 400.000 unidades, al Estado le ingresarán 600 millones de dólares adicionales en recaudación impositiva, con lo cual se trata liberar divisas para que vuelvan a ingresar, preservando el trabajo y sosteniendo un sector clave, un tema que nos preocupa de sobremanera”, apuntó Salomé.

Un informe que preparó el Ministerio de Desarrollo Productivo ponderó este proceso y consignó que, en octubre, el 54,3% de los vehículos patentados fueron de producción nacional. Ese porcentaje supera al máximo que se había alcanzado en 2015 (51,5%) y es prácticamente el doble del nivel en que se encontraba en diciembre de 2019 (27%).

En ese mes, los 5 modelos más patentados fueron de fabricación nacional (Fiat Cronos, Toyota Hilux, Peugeot 208, VW Amarok, Ford Ranger). El Gobierno destaca que ese proceso genera más puestos de trabajo y una menor necesidad de divisas, del otro lado las empresas se quejan por la falta de previsibilidad y las dificultades para operar.