Alrededor de 1,5 millón de trabajadores pagan el 32% de lo que se recauda por el Impuesto a las Ganancias; mientras que 226.000 sociedades comerciales aportan el 52% de la recaudación por Ganancias. Esto es debido a que al trabajador se le aplica una alícuota del 35%, mientras que las empresas pagan un 5% de su rentabilidad real. 

El amplio alcance del pago de Ganancias por parte de los trabajadores se debe a dos razones estructurales. Por una parte, un mínimo no imponible relativamente bajo; pero también por la dificultad para realizar deducciones, que son acotadas y además requieren un ejercicio más propio de contadores que de cualquier empleado. 

Con estos antecedentes la contadora de la AFIP, Marina de Alva, elaboró un proyecto que próximamente puede llegar a tener tratamiento parlamentario. No solo se podrá deducir los gastos en educación, como se propuso para el año próximo, sino que “alcanzará a casi todos los consumos cotidianos, desde indumentaria hasta compra de alimentos, cursos de formación y estudio, remedios y tratamientos médicos”, explicó De Alva a Data Clave. 

La iniciativa generó interés a ambos lados de “La Grieta”. De hecho, el Senador Roberto Basualdo, de Juntos por el Cambio, pidió conocerlo en detalle. También dialogaron con el peronista Antonio Rodas, quien avanzó en el estudio del caso. 

“Hemos hablado con todos los que nos pidieron el trabajo. Nosotros buscamos mayor eficiencia en el cobro de los tributos y mayor equidad entre quienes los pagamos”, dijo De Alva. 

Marina de Alva es la autora del proyecto que despertó interés en ambos lados de la grieta

La profesional, integrante de la Unión del Personal Superior de la AFIP (Upsafip) apunta que esta iniciativa “no solo brindará mayor equidad al sistema, sino que además, servirá para ‘blanquear’ la economía, ya que todos pediremos el ticket de compra, ya sea en un comercio, en la atención de un médico, o en el alquiler” que podrán ser deducidos del pago de Ganancias. 

La contadora, al frente de un grupo de especialistas que elaboró el proyecto, aseguró que su aplicación “busca generar un efecto fiscal neutro, ya que todos esos gastos serán deducidos mediante el uso de una tarjeta de débito correspondiente a una caja de ahorro asociada a la clave única de identificación tributaria o laboral (CUIT o CUIL) del trabajador”. 

Los consumos deben hacerse en el país, por la compra de bienes o utilización de servicios nacionales, y alcanzaría a todos los integrantes del grupo familiar.