El martes 8, en la previa a la sesión de la Cámara de Diputados del miércoles 9, en la que se ratificó el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, el Gobierno de ultraderecha comenzó a defender en la Cámara de Diputados el proyecto a la Ley de Presupuesto 2025.

Pese a la ausencia del ministro de Economía, Luis Caputo, la discusión se inició formalmente en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, con la presidencia de José Luis Espert (LLA), que recibió a los secretarios de Hacienda y Finanzas de la Nación, Carlos Guberman y Pablo Quirno.

Los funcionarios del equipo económico fueron al Congreso con el objetivo de explicar a los legisladores las principales metas del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo y responder las preguntas de los diputados. Es decir, por donde seguirá la motosierra el año próximo.

“Para el 2025 proyectamos un aumento de la economía del 5 por ciento, una inflación promedio del 18,3 por ciento, y un dólar promedio de 1207 pesos”, auguró el secretario de Hacienda, sin ponerse colorado.

Es que los análisis del Presupuesto 2025 realizados por expertos coinciden en que será muy difícil que esas metas se puedean cumplir, en especial, la que se refiere a la inflación, pese a que el gobierno celebró el 3,5% de septiembre que se dio a conocer el último jueves.

“La inflación estimada en el proyecto para 2025 (18,3%) es prácticamente la mitad de la calculada por la mayoría de especialistas y consultoras privadas (38,4%). Si los aumentos de precios superan los previstos, se produciría una caída real del gasto mayor a la que surge del análisis del presupuesto, principalmente en las partidas que no se actualizan automáticamente por ley”, advirtió un informe elaborado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).

“El proyecto de presupuesto establece un aumento del gasto de 4,3% interanual en términos reales. Este incremento, sin embargo, aún está lejos de compensar la caída de 2024: entre 2023 (año del último presupuesto aprobado por el Congreso) y 2025 se consolida una caída del 24% en el gasto”, agrega el trabajo.

El análisis de los expertos de la ACIJ advierte que el recorte de gastos previsto por el gobierno para el año que viene se enfoca en especial en los gastos sociales, mientras el mismo tiempo se mantienen los privilegios fiscales, consolidando lo que fue el ajuste durante este año.

“El recorte del presupuesto en servicios sociales ha sido una parte fundamental en el logro de superávit fiscal por parte del Gobierno: casi la mitad de la reducción del gasto entre 2023 y 2025 se explica por la baja en este rubro”, dice el trabajo.

Los analistas dicen que el rubro gastos sociales muestra un crecimiento real del 9% para el 2025 en relación a lo que se espera ejecutar este año, pero caería un 17% al compararlo con el gasto de 2023 y, excluyendo el presupuesto de 2024, el de 2025 sería el menor gasto en servicios sociales desde 2010.

“Mientras el gasto en servicios sociales para 2025 está lejos de compensar reducciones de otros años, el proyecto mantiene los privilegios fiscales para los sectores de más altos ingresos, agudizando la desigualdad del sistema. Un análisis del apartado de gastos tributarios arroja que estos se mantienen e incluso en algunos casos aumentan”, advierten.

  • Las pérdidas fiscales previstas para 2025 producto de los regímenes de Economía del Conocimiento y de Tierra del Fuego suben en relación con 2024 un 0,02% y 0,03% del PBI respectivamente. 
  • Ninguno de estos ni del resto de los gastos tributarios son sometidos a evaluaciones que prueben que son eficientes, que están justificados y que son la mejor alternativa de política pública, generando privilegios fiscales que potencian la regresividad de la política en la materia.