El impacto de la sequía en la economía y cuál es el piso de las pérdidas
Las perspectivas no son buenas para el año y algunos analistas aseguran que el superávit comercial será incluso menor a los US$ 6.900 millones del año pasado. Como mínimo, el sector agrícola exportará US$ 6.400 millones menos que el año pasado.
La sequía golpeó el intercambio comercial y dejó durante enero un déficit de US$ 484 millones que revirtió la ganancia de US$ 297 millones de igual mes del 2022, informó esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Con este primer “mal paso” las perspectivas no son muy favorables para los meses venideros. Según un informe realizado por el IERAL, la casa de estudios de la Fundación Mediterránea, como mínimo, este año el sector agrícola dejará US$ 6.446 millones menos que el año pasado, cuando se obtuvieron US$ 46.230 por las ventas al exterior.
Esto es un “escenario base mejorado”, da cuenta el informe elaborado por el economista Juan Manuel Garzón. De hecho, el escenario “base”, es decir, el que está ahora con la sequía y las heladas a destiempo, proyecta una merma de US$ 8.400 millones, que podría bajar a los US$ 6.446 millones si la lluvia acompaña la maduración de la soja y el maíz.
Pero también puede pasar lo contrario, que la situación empeore a partir de “la continuidad de la falta de lluvias, heladas inusuales”, las cuales todavía no se reflejaron en los informes que realizan las diversas bolsas de cereales del país.
Ante esto, la consultora Abeceb apuntó que para este año “esperamos una caída tanto en las exportaciones como en las importaciones, y un saldo comercial aún menor al de 2022”, cuando alcanzó los US$ 6.923 millones, menos de la mitad que en el 2021.
En relación con las exportaciones, “el principal driver de dicha caída es el comportamiento del agro, afectado severamente por las sequías y heladas en curso”. De hecho,la consultora que dirige el ex ministro Dante Sica estimó que las ventas al exterior de ese sector “podrían caer entre US$ 5.500 millones y US$ 8.500 millones”, de manera coincidente con lo que señaló el IERAL
Sin embargo, la caída total de las ventas podría no ser tan aguda debido al “comportamiento del sector automotriz y energético, para los cuales esperamos un incremento en sus exportaciones” en relación al año pasado.
En cuanto a las importaciones, “la magnitud de su retracción dependerá principalmente de la situación en materia de reservas del BCRA”, advierte la consultora.
“Si el saldo comercial se ve debilitado por un menor ingreso de dólares, éste se compensará mediante un apretón más fuerte en las importaciones -principalmente en Bienes intermedios y de consumo; que, tal como se mencionó, cerraron 2022 en niveles históricos relativamente elevados dado los niveles de actividad”.
A lo anterior “se suma una actividad (económica) que permanecerá casi estancada -creciendo en torno a 1% promedio durante 2023- y que por consiguiente demandará menos compras del exterior”, agregó Acebeb.
Un reciente informe del Centro Económico de la Unión Industrial Argentina (CE-UIA) dio cuenta que los dos factores principales que impactaron negativamente los niveles de actividad del sector fueron, por un lado “las dificultades para producir a partir del menor acceso a dólares para comprar insumos”, y al mismo tiempo “el fuerte aumento de las tasas”, que provocó un gran encarecimiento del crédito.