El Gobierno postergó los aumentos de la nafta y el gasoil hasta marzo de 2022
Se postergó la actualización del 8% al Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). La suba iba a ser del 2% en surtidores. La decisión oficial busca que no haya una presión extra sobre los precios en diciembre, mes en el que suele haber una aceleración de la inflación.
Tal como se venía anunciando, el Gobierno oficializó este miércoles la postergación hasta marzo de 2022 de la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). En concreto, del incremento, que en este caso era del 8%, iba a haber un impacto en surtidores del 2%.
La decisión había sido adelantada este lunes por el secretario de Energía, Darío Martínez, y finalmente fue confirmada a través del Decreto 820/2021, publicado esta mañana en el Boletín Oficial. La medida lleva la firma del presidente Alberto Fernández, su jefe de Gabinete Juan Manzur y el Ministro de Economía Martín Guzmán.
Ambos tributos a los combustibles (ICL-IDC) deberían actualizarse de manera trimestral de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor que mide el INDEC. Sin embargo, desde finales de 2019, la pandemia y parte de este año, algunos incrementos fueron postergados para evitar subas.
Dichos aumentos luego tienen cierto correlato en los precios de otros bienes, debido al impacto en el costo del transporte. De cara al último mes del año, el Gobierno no quiere una aceleración de la inflación mayor a la que ya esperan las consultoras para diciembre, que suele ser un mes de aceleración inflacionaria.
Entre los considerandos, el Decreto consignó que actualmente se encuentran postergados "los incrementos en los montos de impuestos precitados derivados de las actualizaciones correspondientes al primer y segundo trimestres calendario del año 2021, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil". Según se indicó, la medida tiene por objetivo "asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios".
"Tratándose de impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles", explicaron desde el Ejecutivo.
Desde las empresas sostienen que el impuesto a los combustibles líquidos podría tener un impacto del 8%, lo que representa un incremento del 2% en el precio final que pagan los consumidores en las estaciones de servicio. De acuerdo a los dueños de las estaciones de servicios, CECHA, los precios están congelados desde mayo y en estos meses acumuló un retraso de 12% respecto a su valor real.
El Gobierno pretende tratar en el Congreso de la Nación el proyecto de Ley del Régimen de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas. Esta iniciativa, que el oficialismo considera “vital” para el futuro económico de Argentina, contempla una reforma de los impuestos mencionados para establecer el tributo "como alícuotas porcentuales del precio de los combustibles líquidos" y no como una actualización cada tres meses por inflación que rige desde finales del 2017.