El gobierno de Alberto y Cristina se despidió con una deuda 36% mayor que la que dejó Macri
Solo entre octubre y noviembre aumentó US$ 6.014 millones y las obligaciones en pesos, atadas a la inflación, duplican a las que Argentina tiene con el FMI.
El gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner cerraron su gestión en noviembre con una deuda récord de US$ 422.825 millones, esto sin contar los US$ 16.000 millones pendientes por el juicio de YPF, las obligaciones del Banco Central, y la deuda comercial.
Así lo informó el ministerio de Economía que dio cuenta que el 38% de la deuda en situación de pago normal es pagadero en “pesos” mientras que el 62% restante, en moneda extranjera.
Solo con respecto a octubre, los compromisos aumentaron US$ 6.014 millones, o el equivalente a al 1,44 % mensual. Esta variación se explica por la disminución de la deuda en moneda extranjera en US$ 2.856 millones y el aumento de la nominada en pesos por un monto equivalente a US$ 8.870 millones.
La deuda ajustada por inflación (CER) alcanzó a US$ 84.958 millones, casi un 20% del total, mientras que las obligaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron menos de la mitad que ese suma, unos US$ 41.467 millones.
Solo durante los últimos 12 meses, el stock de deuda bruta en situación de pago normal se incrementó US$ 38.631 millones, es decir, a un ritmo de casi US$ 3.220 millones por mes.
Además, la deuda durante los cuatro años de gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner en el gobierno se incrementó en un 36% respecto a la que dejó Mauricio Macri en noviembre del 2019, que ascendía US$ 310.779 millones.
En el medio, hubo una restructuración de la deuda privada llevada adelante por el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien también renovó el programa caído con el FMI, por US$ 44.000 millones en marzo del 2022.
La semana pasada, el ministro de Economía, Luis Caputo, se anotó un primer pequeño triunfo al obtener un préstamos de US$ 960 millones del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (ex CAF) con los que le pagará un monto similar que vence de la deuda que tiene el país con el FMI.
Claro que en enero tiene que afrontar el pago de otros US$ 1.900 millones al FMI, y para mediados de ese mes, cuando terminen las vacaciones de invierno en el hemisferio norte, confía en reunirse con las autoridades del organismo para refinanciar, otra vez, el acuerdo.
El presidente del Banco Central, Santiago Bausilli adelantó la semana pasado que Argentina iniciará “el proceso formal de solicitud de una dispensa (waiver) por el incumplimiento de las metas acordadas en agosto” por el entonces ministro de Economía, y candidato a presidente, Sergio Massa.
La palabra “waiver” estaba casi prohibida durante la administración de Fernández y Kirchner quienes firmaron el acuerdo con el FMI en marzo del 2021.
Mientras tanto, “el gobierno hará los esfuerzos necesarios para restablecer la vigencia del acuerdo firmado con el FMI y llevará a cabo negociaciones adicionales que considere contribuyan a mejorar las condiciones de financiamiento vigentes”, apuntó el Bausilli
Dicho de otra manera, Caputo, como su par de Relaciones Exteriores, Diano Mondino, y el mismo presidente Javier Milei, salieron a buscar fondos entre representantes de bancos internacionales y con China, que le permitan sostener la relación con el FMI.
De hecho, Milei le solicitó por carta a su par chino, Xi Jimping, renovar el swap de US$ 5.000 millones que Argentina mantiene con el país asiático y que la permitió a Massa pagar las últimas cuotas al FMI.
Y mientras tanto, se prepara el plan para reducir el déficit fiscal y tener excedente monetarios para pagar la deuda.