El consumo no logró recuperarse en los supermercados y los shoppings
Las ventas estuvieron 5,8% por debajo de los niveles "pre-pandemia". En el caso de los centros comerciales la caía alcanzó al 32,4%. Panorama pesimista para lo que viene, ante las nuevas restricciones.
El Indec había informado la semana pasada que el consumo, Mayorista y Minorista, había aumentado 3,4% interanual durante febrero, pero ese incremento no alcanzó a los supermercados, cuya facturación bajó 5,8%, o los shoppings, que vieron caer sus ingresos el 32,4%, según los datos del organismo.
Los únicos que pudieron “esquivar” esta caída fueron los autoservicios mayoristas, que a base de grandes ofertas por cantidad, vieron aumentar 2,4% sus venta en febrero, siempre en la medición a precios constantes que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Si bien se esperaba una caída en la facturación de los grandes centros de compra, porque mantienen casi totalmente cerrados los cines y los patios de comida, lo cierto es que los grandes supermercados no logran recuperar terrenos a pesar de sus ofertas o ser los principales destinatarios de los bienes que integran el programa de Precios Cuidados.
Solo pudieron eludir la tendencia declinante de las ventas aquellos supermercados que no están en las provincias más desarrolladas.
Así, con una inflación interanual del 40,7%, las jurisdicciones donde se registraron las subas más importantes de las ventas a precios corrientes fueron: Catamarca, 51 %; Santiago del Estero, 44,3%; Formosa, 43,3%; Jujuy, 43 % y Salta con 36,9%.
En tanto, los “shoppings” continúan tratando de evitar el colapso. Ya se sabe que la cadena chilena Falabella dejará el país en mayo luego de haber tenido 10 sucursales, y no se ve nuevos “jugadores” en el horizonte que puedan reemplazarla o compensar su salida.
Para marzo, los resultados no son alentadores. Desde el ámbito privado, la consultora Focus Market adelantó que el consumo experimentó un derrumbe del 26%, y de esta manera marcó el peor registro en 15 meses.
El estudio aclaró que la caída de ese período “se ve profundizada por la alta base de comparación de marzo 2020”, cuando comenzó a regir la emergencia sanitaria, lo cual impulsó el “stockeo” en los hogares.
Asimismo, indicó que en el acumulado de enero y marzo hubo una merma del 14% frente al mismo trimestre de 2020, mientras que la facturación creció un 21%, contra una inflación del 40%