Como es tradicional, cada vez que el dólar se abarata, el turismo emisivo crece. Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), durante el año pasado, unos 13.593.000 residentes viajaron al exterior. Entre ellos, 8,3 millones fueron turistas, es decir, pasaron más de una noche en el país al que fueron de vistita, y otro 5,7 millones resultaron “excursionistas”, generalmente, impulsado por tour de compras.

Por contrapartida, el organismo detalló que 10.927.5000 personas visitaron Argentina, de los cuales 6,2 fueron turistas y 4,7 millones excursionistas. Esto generó un saldo negativo de 2.665.500 visitantes internacionales por todas las vías de acceso al país, dijo el Indec.

Como muestra del “dólar barato”, la presencia argentina en Uruguay aumentó un 65% en el comienzo de este verano, respecto al del 2023.

Brasil, que experimientó una devaluación del casi 13% en su moneda local durante el año pasado, se consolidó como el principal origen de turistas argentinos, con el 22,5% del total, seguido por Europa (15,2%), Chile (15,1%), y Estados Unidos y Canadá (12,1%). El 46,2% de los turistas no residentes arribó por vía aérea, el 40,5% por vía terrestre y el 13,3% por vía fluvial/marítima. 

X de INDEC Argentina

Según las cifras de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), entre el 20 de diciembre y el 20 de enero ingresaron a Uruguay 831.330 turistas, de los cuales 435.620 (52,4%) fueron argentinos, seguidos por los uruguayos no residentes (229.780) y por los brasileños (69.697).

La Fundación Mediterránea advirtió que el saldo de la balanza fue negativo por US$ 1.400 millones en el primer semestre. “A partir del examen de tendencias, es posible prever que en el año la demanda de dólares por turismo emisivo se acercará a US$ 7.500 millones y el saldo podría ubicarse en torno a una salida neta por US$ 2.700 millones”, destacó un documento que lleva la firma de los economistas Marcos Cohen Arazi y Vanessa Toselli.