En el Gobierno reconocen que el dato de inflación de julio será un “shock” para el Frente de Todos, al tiempo que saben que agosto también será muy alto. Mientras, la nueva Secretaría de Comercio ya definió reuniones con los principales actores de la cadena de precios, aunque en el Ministerio de Economía asumen que hay diferentes "aristas" para enfrentar los aumentos de precios. En este marco, la apuesta oficial es que los salarios “al menos empaten” con el IPC este año.

Las estimaciones privadas ubican el dato de inflación del séptimo mes entre el 7% y el 8%, una fuerte aceleración respecto al 5,3% de junio en línea con la disparada del dólar y las remarcaciones por falta de previsibilidad en los costos de reposición. “Julio va a ser un shock en el Gobierno y la de agosto va a dar mal también, ambas serán las más altas del año”, comentan en los pasillos del Ministerio de Economía. 

En ese contexto, el designado secretario de Comercio, Matías Tombolini, anticipó este viernes : "Vamos a empezar a juntarnos la semana que viene con las distintas asociaciones empresarias, los supermercados, las bocas de proximidad, usuarios y consumidores y, obviamente, los principales actores de la cadena de formación de precios".

Uno de los objetivos de los encuentros, según el flamante secretario, será "volver a recuperar a los precios como una unidad de información útil a la hora de decidir", ya que "hoy Argentina atraviesa un momento donde los precios han dejado de ser una referencia cotidiana".

A partir de ello, buscará "poner en valor" Precios Cuidados, pretendiendo que "funcione mucho mejor dentro de 45 a 60 días" a partir de su relanzamiento. "Lo que tenemos que intentar es encontrar acuerdos que sean estables a lo largo del tiempo, por lo menos un trimestre”, señaló, y advirtió que “donde haya un abuso, se va a intentar detectarlo y trabajar en consecuencia".

Mientras, las proyecciones de inflación para todo el año ya superan el 90%, que será por lejos el peor dato de las últimas tres décadas. “Vamos a intentar que los salarios al menos empaten”, se sinceraban en el Ministerio de Economía en una clara diferencia con la premisa que “ganar” que repetían los funcionarios hace menos de un mes.