El “Cepo Recargado” puede acentuar las presiones inflacionarias, advirtió el IERAL
El dinero que no se destina a la compra de “Dólar solidario” puede sumarse a la circulación monetaria. Por eso, el BCRA, deberá aumentar su endeudamiento en Leliqs y pagar $100 por cada $100 que emita en 2021.
El dinero que antes se destinaba a la compra de “Dólar solidario” deberá ser absorbido de alguna manera por el Banco Central, por lo que todo apunta a que se acrecentará la deuda en Leliqs, advirtió hoy un estudio del IERAL-Fundación Mediaterránea. “El sacrificio de reservas externas que hizo el Banco Central en los últimos 90 días, del orden de los US$ 3.000 millones, fue la contrapartida del retiro de una gran masa de pesos circulando, lo que ayudó a estabilizar la evolución de los agregados monetarios”, explicó el IERAL a través de un documento.
La casa de estudios de la Fundación Mediaterránea advirtió que “en un escenario de ‘frazada corta recurrente’, dejar de perder reservas al ritmo de los últimos meses implica tener que recurrir a más colocación de Leliq para contener las presiones inflacionarias, engordando la cuenta de intereses a pagar”. El documento, titulado “Los daños colaterales de un cepo recargado”, apuntó a que, detrás de las presiones inflacionarias “no debe incluirse sólo el tamaño del déficit fiscal”.
Ocurre que, para atenuar el impacto de una emisión de pesos por motivos fiscales equivalente a 7 % del PBI en el acumulado de doce meses, el BCRA ha incrementado el volumen de sus pasivos remunerados (Leliq y pases) en una cifra cercana a 1,4 millón de millones de pesos. “El costo financiero del stock ya supera los $ 60.000 al mes, por lo que, de cara a 2021, por cada $ 100 que se emitan para cubrir el déficit fiscal, habrá otros $100 destinados a pagar los intereses de las Leliqs y los pases”, destacó el informe que lleva la firma del economista Jorge Vasconcelos.
El informe recordó que durante la vigencia del cepo original, entre 2012 y 2015, la brecha cambiaria se había situado en el 45 % promedio, la emisión monetaria para financiar al Tesoro había sido de 2,8 puntos del PIB promedio y al final del ciclo, en diciembre de 2015, las reservas de libre disponibilidad del Banco Central llegaron a terreno negativo.
“En el presente, el deterioro parece darse a mayor velocidad, con una brecha cambiaria tendiendo al 70 %, una emisión monetaria que en los últimos doce meses fue equivalente a 7 puntos del PIB y reservas de libre disponibilidad cerca del límite”, destacó. Además, “con el cepo recargado de 2020” se introdujo la novedad del cierre de la ventanilla del Central a las empresas con deudas financieras en el exterior, por hasta el 60 % de sus compromisos. El informe destaca, a su vez, que “el impacto negativo fue inmediato sobre la cotización de bonos corporativos, resaltando el caso de YPF, cuyos títulos pasaron a devengar un rendimiento de 17 % anual en dólares, una tasa de interés incompatible con el funcionamiento normal de las empresas".
En ese contexto, “cabe preguntarse hasta qué punto la reducción del déficit fiscal (al 4,5 puntos del PBI) prevista en el Presupuesto 2021 puede ayudar a anclar las expectativas”, advierte el informe.