La producción metalúrgica en Argentina sigue mostrando señales preocupantes. Según el último informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), la actividad del sector cayó un 7,3% en septiembre en comparación con el mismo mes del año pasado, marcando el descenso más pronunciado para ese mes desde 2019. Esta nueva baja profundiza la crisis de un sector clave para la economía industrial del país.

El informe de Adimra, elaborado por su Departamento de Estudios Económicos, también reveló que la producción metalúrgica acumuló en lo que va del año una caída del 14,1% entre enero y septiembre, comparado con el mismo periodo de 2023. Sin embargo, en términos mensuales, se observó una leve recuperación del 0,8%, lo que no alcanza para compensar la tendencia negativa generalizada.

A nivel de la utilización de la capacidad instalada, la cifra alcanzada en septiembre fue del 50,1%, una disminución de cinco puntos porcentuales en relación con el mismo mes del año pasado. Esta tendencia refleja un uso ineficiente de los recursos productivos del sector, que en el acumulado de 2023 está casi 10 puntos por debajo del promedio histórico.

Entre los subsectores que componen la industria metalúrgica, Adimra destacó una caída generalizada. Los sectores de Fundición (-23,5%), Equipos Eléctricos (-8,9%) y Autopartes (-8,3%) fueron los más afectados, con fuertes contracciones interanuales. Sin embargo, la producción de Carrocerías y remolques (+7,3%) y de Maquinaria Agrícola logró destacar en septiembre gracias a una base de comparación más baja debido al impacto de la sequía del año anterior.

A nivel de empleo, las consecuencias también fueron claras. Las empresas del sector reportaron una disminución interanual del 3,2% en los puestos de trabajo, con una leve contracción del 0,2% respecto de agosto. Este dato es significativo si se tiene en cuenta la importancia del sector metalúrgico como generador de empleo industrial.

El presidente de Adimra, Elio Del Re, afirmó que la entidad continúa “monitoreando de cerca la evolución del sector”. Del Re destacó que el desempeño de las empresas proveedoras para las cadenas de valor de la construcción, consumo final y automotriz ha sido particularmente negativo, con caídas de hasta el 11%. En contraste, las empresas vinculadas al petróleo, gas y minería han tenido una menor afectación, mostrando variaciones negativas más acotadas.

Por otro lado, el contexto macroeconómico argentino juega un rol crucial en el desarrollo del sector metalúrgico. Si bien algunos informes, como el de la consultora Invecq, proyectan señales mixtas para los próximos meses, existen factores que podrían condicionar una eventual recuperación, como la política cambiaria, los incentivos fiscales, y la recomposición de los salarios reales.

Finalmente, se espera que las medidas económicas que adopte el gobierno en los próximos meses sean decisivas para determinar si la industria metalúrgica logra revertir esta situación crítica o si continúa en la senda de caída en 2024.