¿Hay 2023? Cristina apuntó contra el programa económico de un Guzmán que se refugia en el círculo rojo
La vice sostuvo que "no le estamos haciendo honor a los votantes" y afirmó que el acuerdo con el FMI será un limitante para el crecimiento. El ministro de Economía encontró el respaldo de los empresarios a su hoja de ruta y afirma que habrá crecimiento en los próximos años. La inflación erosiona los ingresos y la situación social podría complicar. Las chances que tiene el peronismo de seguir en el poder, el centro de la disputa.
“La verdad que creo que no le estamos haciendo honor a tanta confianza, tanto amor y tanta esperanza que depositaron (los votantes)”, lanzó este viernes Cristina Kirchner como resumen de su descontento con el rumbo económico del Gobierno. Mientras tanto, Martín Guzmán ponderó los resultados y pidió respaldo político a su hoja de ruta, algo que viene repitiendo ante un “amigable” círculo rojo en las últimas semanas.
Las palabras de la vicepresidenta durante su clase magistral en la Universidad Nacional del Chaco Austral expusieron definitivamente los dos diagnósticos que existen en el Frente de Todos sobre la situación de la economía argentina. El primero representa la visión del presidente Alberto Fernández, encarnada en su ministro de Economía, la cual sostiene que habrá un crecimiento en los próximos años sobre bases sólidas que le darán la chance de reelegir en 2023.
La segunda fue más que expuesta por la vice. “El FMI está exigiendo siempre devaluación permanente por arriba del índice de precios al consumidor y la tasa de interés por arriba de eso. Miren: eso no va a dar crecimiento ni baja de la inflación. Por estas cosas discutimos, debatimos y nos oponemos a determinadas cosas”, apuntó CFK, para luego afirmar que “la gente está muy mal”.
Las críticas del kirchnerismo a su programa económico llevaron a Martín Guzmán a pedir apoyo a los empresarios más influyentes del país, con quienes mantuvo cuatro encuentros en menos de una semana en sedes como el Foro Llao Llao la semana pasada o este jueves en el tradicional almuerzo del Cicyp del Hotel Alvear. En sus intervenciones, el ministro ponderó la recuperación del 2021, las posibilidades de seguir en esa senda luego de 2023, y pidió respaldo para generar una "estabilidad que permita salir de los pensamientos cortoplacistas en Argentina”.
En todas aquellas oportunidades, el titular de Hacienda destacó los mismos datos: el PIB creció 10,3% en 2021, se crearon 1,2 millones de puestos de trabajo, el desempleo se redujo al 7%, la inversión se incrementó 33% y el repunte de las exportaciones tanto en valor como en cantidad. Números para nada despreciables en un país que venía de tres años de recesión, uno de ellos durante una pandemia.
Respaldo del círculo rojo a Guzmán
El círculo rojo convalida la visión “optimista” de Guzmán. La síntesis de ese respaldo la expresó el presidente del Grupo América Eduardo Eurnekian en su habitual cierre en el Cicyp. “El optimismo es el motor del empresario para invertir y nosotros vamos a seguir invirtiendo, porque vemos en usted una persona que defiende los valores que necesitamos para nuestros negocios”, afirmó.
En diálogo con Data Clave, Eurnekian pidió “certezas” sobre los pasos a seguir y remarcó que con el Fondo “no hay pagadios”. “Ahora hay que ponerse a trabajar y generar los recursos necesarios para pagar”, concluyó.
Del encuentro en el Hotel Alvear quedó claro que los empresarios prefieren sostener a Guzmán, aún cuando promueve un impuesto a la renta inesperada del que están “totalmente en contra”. El espanto también juega como factor ordenador. En ese sentido, uno de los industriales presentes dijo a Data Clave que “peor es el riesgo de quién pueda suceder a Martín si el kirchnerismo logra sacarlo del Gabinete”.
Una declaración más moderada pero contundente dejó el director de Celulosa Argentina José Urtubey, quien dijo a este medio que no es una “cuestión de nombres, sino de que la coalición trabaje armónicamente para ordenar la macroeconomía”.
Diferencias ¿irreconciliables?
La visión de la vicepresidenta no coincide con la del ministro de Economía, que tampoco ve con buenos ojos la relación del Gobierno con los empresarios. Durante su exposición se quejó de que el diálogo actual que llevan adelante los funcionarios con los popes de las empresas no condice con “defender los intereses que uno representa”.
En otro pasaje, reiteró sus palabras en diciembre de 2020 cuando pidió que el crecimiento postpandemia “no se lo queden cuatro vivos”, además de alinear el precio de los salarios, los alimentos y las tarifas. Una línea similar al documento que circuló el Instituto Patria publicado hace algunas semanas en Data Clave en el que se le pedía al Presidente “no olvidarse de para quién se ha prometido gobernar”.
“Acá la única víctima son los que no llegan a fin de mes, no tienen laburo, no tienen para darle de comer a los hijos y los tienen que llevar a un colegio de vuelta para que les den un plato de sopa o de carne”, señaló la vice.
El análisis condice con la “crítica situación social”, como definió a este medio un ex funcionario cercano a CFK, que puede manifestarse en la multitudinaria marcha federal de tres días que finalizará frente a la Casa Rosada el próximo 12 de mayo organizada por los movimientos sociales. Ese día también finalizarán las audiencias públicas para los aumentos en las tarifas de energía, una interna que se mantiene desde el primer día en el Frente de Todos y que tendrá un impacto directo en los precios.
Maldita inflación
La principal razón de que la reactivación no se siente en los bolsillos es una inflación alimentada por factores locales y disparada por la guerra en Ucrania. En el Gabinete económico y las consultoras ya se baraja la posibilidad de que el IPC arroje un incremento del 60%, e incluso del 70%, para 2022. Los ingresos se encuentran deprimidos desde la crisis del Gobierno de Mauricio Macri, con una caída cercana al 23% para los formales y un desplome del 34% para los informales, según datos del Indec.
No son pocos los especialistas que alertan porque esa dinámica pone en riesgo la baja de la pobreza que se dio el año pasado, para llegar al 37,3% luego de haber cerrado en 42% el pandémico 2020. Por caso, Leopoldo Tornarolli, del Cedlas, viene advirtiendo por un cambio de tendencia en la dinámica del último semestre del 2021, cuando los salarios crecieron por encima de las canastas de pobreza e indigencia. El economista sostiene que ahora se está viendo lo contrario.
Hoy existen dos visiones que contrastan dentro de la coalición gobernante. Fernández confía en sus posibilidades de reelección en base a un programa económico pactado con el FMI que esperan de estabilidad a la economía para poder crecer de forma sustentable. Cristina sostiene que si no se mejoran rápido los ingresos esa recuperación no se va reflejar en los bolsillos y la intención de voto. Las internas en el Frente de Todos quedaron ahora sí, más expuestas que nunca.