¿"Peronismo solidario"?: Ferraresi se saca el traje K, abre el juego para Kicillof y le mina el territorio a La Cámpora
El intendente de Avellaneda está dispuesto a salir a dar la pelea hacia adentro del PJ y de potenciar el camino de Axel Kicillof para 2027. El plan de romper para volver unir. Bronca en la agrupación de Máximo Kirchner.
El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, tiene un propósito claro: aunar a la mayor parte del peronismo bonaerense con el objetivo de descentralizar el poder que tiene hoy La Cámpora en la Provincia. Se trata, sin dudas, de un camino complejo. Más si se tiene en cuenta que quien lidera el partido en PBA es el líder la organización kirchnerista, Máximo Kirchner. Sin embargo, el jefe comunal tiene la decisión tomada de salir a agitar el avispero en busca de lograr un compendio de voluntades.
Su reciente paso por Lanús fue una muestra en el camino que emprendió el exministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación. Desde allí llamó a “impulsar una construcción política y solidaria sin lugar para la soberbia”. Con su frase, el jefe comunal abrió la discusión interna que tiene el peronismo hoy sobre la necesidad de romper con las decisiones a dedo y volver a poner en el centro al partido.
Es un mensaje también hacia la dirección del PJ bonaerense. Por eso no llamó la atención que el jefe comunal elija a Lanús, donde manda el camporista Julián Álvarez, para soltar una declaración que fue recibida como un nuevo puñal por parte de la conducción local. Cabe recordar que a finde del 2023, el PJ del distrito, “llamó a la reflexión” a Ferraresi luego de que este mandase a romper el bloque de Unión por la Patria a través de su concejal, Belén Barrueco.
Como era de esperar, la visita tampoco cayó en gracia en La Cámpora. A Álvarez no le gustó que su par le “pise” el territorio con fines partidarios que van en otra línea de su filiación directa. Según le confió a este medio un dirigente local de larga trayectoria “lo que hizo Ferraresi, no se hace. Por más que haya avisado, no se hace. Lo sabe muy bien, pero está interesando en seguir tensando y se equivoca porque la preocupación hoy tiene que estar en lo que está viviendo la gente por las políticas del gobierno nacional”.
Vale mencionar que hoy Ferraresi trabaja no solo con el fin de agitar la interna que se viene en 2025 por la conducción del partido a nivel provincial sino con la mira en 2027. Desde lo personal, como referente de los intendentes que quieren que el próximo gobernador sea un jefe comunal, y también en favor del proyecto Kicillof, quien ya no podrá ser reelecto, a Nación.
Justamente ambos se juntaron en las últimas horas de cara a lo que será el encuentro del PJ nacional de este viernes en el Microestadio de Ferro, en CABA, donde se darán cita los más de 900 congresales y que tendrá como fin aceptar la licencia a la presidencia de Alberto Fernández con el objetivo de reiniciar la conducción y los objetivos del partido de cara a lo que se viene.
Ferraresi se reunió con el gobernador junto a otros jefes comunales como Fernando Espinoza (La Matanza) y Andrés Watson (Florencio Varela), que forman parte de la famosa mesa de Ensenada que, en los hechos, cada vez se va ampliando más con sillas. Vale mencionar que el jefe comunal se Avellaneda viene de realizar una serie de imágenes junto a dirigentes opositores al kirchnerismo como Juanchi Zabaleta (exintendente de Hurlingham) y el un referente propio en Quilmes que buscó darle la pelea interna a la camporista Mayra Mendoza.
Las señales son varias. La renuncia a la vicepresidencia del Instituto Patria una más de una larga lista que, según cuentan, comenzó con la bronca del intendente cuando se arregló que la representación de Avellaneda en la lista de la tercera sección para competir por un lugar en la Cámara alta bonaerense la ocupe Emmanuel González Santalla, otro camporista que tiene como objetivo poder ser jefe comunal del distrito sur.
Como parte de esa ruta de lo que Ferraresi llamó “peronismo solidario”, el alcalde se reunió en las últimas horas con parte de lo que fue el gabinete del entonces gobernador bonaerense Daniel Scioli en otra señal más de apertura para algunos. Estuvieron en su despacho los exministros Alberto Pérez, Oscar Cuartango y Nora De Lucía como también Pablo Navarro y el marplatense Rodolfo “Manino” Iriart.
El puente con el sciolismo se generó a través del también exfuncionario provincial y exintendente de Avellaneda, Cacho Álvarez, como parte de la necesidad de generar la mayor cantidad de presión interna para salir a dar una discusión política que, de seguro, generará roces. Algo que, por el momento, tras la tregua entre Kicillof y Máximo, parecía haber menguado.
En las últimas horas, Ferraresi también se reunió con Victoria Tolosa Paz, otra de las referentes que se muestra contraria a La Cámpora y que es fue una de las más fieles al gobierno de Alberto Fernández.
"Debemos respaldar a Kicillof ante los ataques que recibe y cuidar a la política como herramienta de transformación”, espetó Ferraresi en su paso por Lanús. Lo que no dejó en claro es de dónde vienen esos golpes. Si son de afuera o, también, podrían llegar desde adentro.
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