El juez Juan María Ramos Padilla rechazó hace minutos el pedido de la defensa de José Alperovich, que buscaba la excarcelación tras haber pasado menos de 24 horas detenido. “La imposición de la medida coercitiva en cuestión se justifica en base a la gravísima naturaleza de los hechos que se han tenido por probados. En tal sentido, no puede ser pasada por alto la violencia sistemática que ejerció Alperovich, sostuvo el magistrado.

Pasado el mediodía, la defensa del también exsenador había reclamado su liberación. “Se trata, por lo menos, de una persona mayor de edad, cuyo deterioro físico producto del estrés que le provocó el juicio en general y el debate en particular es muy acentuado”, resaltaron su abogados. “De hecho, entiendo que la detención preventiva en estas circunstancias constituye un riesgo evidente de que se agraven seriamente sus problemas de salud ya constatados”, agregaron".

El fiscal Sandro Abraldes, al notificarse de la solicitud, pidió rápidamente su rechazo. "Se ha probado que el ciudadano José Jorge Alperovich cuenta con sobrados medios económicos y relaciones de poder, a punto tal que una serie de testigos han acudido a la sala de audiencias a mentir y protegerlo, lo que incluso ha llevado a la Fiscalía a denunciarlos penalmente. En el escenario presentado, es claro que la prisión preventiva es la única medida cautelar que permite conjurar el evidente y muy elevado riesgo de fuga que surge de la actual situación de José Jorge Alperovich", recalcó.

Los argumentos del juez

En primer lugar, Ramos Padilla destacó la condena a 16 años de prisión que él mismo le fijó ayer tras cuatro meses de juicio. “Dicha decisión se basó -ni más ni menos-, en la circunstancia de que durante el desarrollo del debate oral y público celebrado se produjo un sinfín de pruebas sólidas, precisas y concordantes contra el acusado, que me llevan siempre a una misma y única conclusión”, repasó.

“Tal situación fue la que llevó a ambas partes acusadoras a peticionar en el marco de sus alegatos finales la imposición de un elevado monto de pena de prisión de efectivo cumplimiento, así como la implementación de medidas cautelares con el propósito de asegurar los fines del proceso. El cuadro que acabo de describir me conduce a afirmar que, si bien la elevada pena de prisión impuesta a José Jorge Alperovich no ha sido ratificada de manera definitiva, se puede anticipar que en caso de recuperar su libertad intentará eludir el accionar de la justicia y perjudicar los objetivos del proceso”, aseveró.

Tras adentrarse en el análisis y en por qué debe sostener la detención, el juez consideró que el acusado, para procurar su impunidad y eludir la formación de este expediente, llevó adelante diversas maniobras. “Sobre esto ahondaré al brindar los fundamentos de la sentencia, pero destaco los intentos del imputado –por sí o por allegados a M.F.L.- para evitar que la denuncia se concretara, en un claro ejercicio del poder que ostentaba en su rol de ex gobernador y, por entonces, senador”, se explayó.

Fragmento de la decisión judicial

“La vocación de eludir el proceso judicial por parte del imputado es clara. Nótese que pocos días antes de que el debate finalizara, en ocasión de efectuar su descargo, llegó al punto tal de formular sospechosas manifestaciones vinculadas con un supuesto intento de extorsión del que habría sido víctima, que ni siquiera tuvo el más mínimo tratamiento durante el desarrollo del proceso”, explicó en otro tramo de la resolución a la que accedió Data Clave.

“Es grande la cantidad de prueba que sustenta la decisión adoptada. Se cuenta con prueba testimonial, pericial física y psicológica, documental e instrumental, entre otras. Eso fue lo que me condujo a imponerle la pena anunciada, lo que, en definitiva, constituye un parámetro objetivo que avala y respalda la aplicación de la medida cautelar dispuesta al momento del dictado del veredicto condenatorio”, consideró el juez, en un adelanto de lo que serán los fundamentos de su decisión, que se conocerán el próximo 16 de agosto.

El arraigo y el poder

"En la práctica judicial, un gran número de resoluciones que giran en torno a esta materia se dictan basándose en el “arraigo”. Por cierto, tal como la defensa alegó, Alperovich no solo tiene arraigo sino también una gran fortuna y un círculo social muy amplio para eludir la acción de la justicia", explicó el juez Ramos Padilla, al analizar la postura que la defensa tuvo. Ello gira en que Alperovich tiene propiedades y una familia y que por ello no se iría.

“En la práctica judicial muchas veces se les niega la excarcelación a personas de bajos recursos, que han caído en situación de calle y no tienen ninguna oportunidad de mantenerse prófugos. Por el contrario, se les concede a quienes gozan de un poderío económico y poseen contactos y relaciones sociales que claramente facilitarían su fuga. Todo esto, que es una suerte de doble vara, refleja en definitiva una clara violación que repugna al derecho de neto raigambre constitucional de igualdad frente a la ley”, afirmó a modo de reflexión.

Para el juez, la posibilidad de otorgarle la libertad está lejos. Analizó la situación de la denunciante, lo que tuvo que vivir hasta llegar al juicio y los distintos momentos en que fue amenazada por llevar adelante el proceso.

“La inconveniencia de otorgar privilegios o morigeraciones en este caso, radica en que solo pueden traer consecuencias no deseadas para quien ha resultado perjudicado, directa o indirectamente, en esta causa. Porque los jueces debemos comprender que los fallos judiciales no solo impactan en la persona sometida a proceso, sino también en la víctima, su núcleo familiar y la sociedad en su conjunto”, marcó para luego asegurar que debían extremarse los recaudos.

“Quiero ser claro en esto: Alperovich, por todas las características que reúne y aquí he expuesto, cuenta además de su poder económico, con una inmensa red de contactos sociales y políticos que inexorablemente podrían facilitar su salida del país o, en su caso, su ocultamiento”, afirmó sin dudas el magistrado.

“Tampoco puedo pasar por inadvertida la influencia que el nombrado ha ejercido durante la tramitación de la causa y aún durante la sustanciación del debate. Si bien será objeto de la sentencia, hemos podido ver cómo testigos se han ocupado burdamente de intentar limpiar la imagen de Alperovich, de un modo aún más extremo que el utilizado por el propio condenado”, concluyó. 

Ante esto, la defensa podrá recurrir a la Cámara Nacional de Casación, mientras espera los argumentos de la sentencia.