A tres días del cierre de listas, la rosca política bonaerense está en su momento cumbre. Y el radicalismo no es la excepción. Las dos líneas internas del partido a nivel provincial tienen bien definido su juego. El oficialismo, que cuenta con la conducción de Maximiliano Abad, juega en favor de la candidatura nacional de la dirigente PRO, Patricia Bullrich. Incluso, el presidente del bloque de Juntos en la Cámara baja de la Legislatura suena como uno de los principales aspirantes a acompañar a la dirigente en una fórmula híbrida.

En la línea oficialista, el jefe comunal de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, cumple un rol esencial. Se trata del principal portavoz de los intendentes del interior bonaerense, donde se encuentra la mayor cantidad de gobiernos municipales de la UCR. Es, sin duda, uno de los principales apuntados para acompañar a Néstor Grindetti en un binomio para la Provincia.

“Siendo yo del Conurbano sería bueno que sea alguien del interior, pero eso lo vamos a estar hablando en los próximos días”, manifestó Grindetti en las últimas horas. Y así dio su visto bueno a una propuesta de los jefes comunales de la UCR, que quieren tener una representación directa con el Ejecutivo provincial en caso de poder ganar la interna y llegar a ser gobierno.

Por su parte, el principal oponente partidario, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, también es uno de los nombres que se barajan para integrar una fórmula híbrida con Diego Santilli. La relación entre Horacio Rodríguez Larreta y el jefe comunal es buena. Y forma parte de una lista en la que también buscan anotarse otros dirigentes como Cynthia Hotton o Guillermo Montenegro, desde Mar del Plata.

Pero más allá de los posicionamientos de Abad, con Fernández a la cabeza, y de Posse, en las últimas horas cobró fuerza la idea de una tercera línea dentro del radicalismo. Sucede que Facundo Manes no se baja de su apuesta presidencial y con los dirigentes bonaerenses jugando en favor de fórmulas cruzadas, evalúa la posibilidad de presentar una lista propia con un candidato provincial.

El apuntado es Víctor Aiola, a cargo de Chacabuco. El intendente avisó en los últimos días que no irá por un tercer cargo a nivel local y su nombre quedó al frente en la posibilidad de de encabezar en favor del neurocientífico. “Es un dirigente muy bien visto por los intendentes del radicalismo. Su candidatura podría repartir los apoyos por lo que no sé qué tan efectiva podría ser. El problema hoy es que la división del PRO tiene eco en el partido”, le dice a Data Clave un intendente de la UCR. 

El partido centenario hoy podría enfrentar una PASO con candidatos propios en tres listas. Una oferta demasiado amplia para los afiliados que, a la vez, expone un cuadro de fragmentación que difícilmente pueda alcanzar un fuerte grado de aceptación general hacia adentro del partido.

La lectura de Abad sobre la situación electoral bonaerense no dista de algo que se piensa hacia el interior. “Hay serios riesgos de perder, si Juntos va con listas separadas a las primarias”. Y agregó: “Si perdemos la provincia de Buenos Aires va a ser muy difícil la gobernabilidad de Argentina”. Más allá de lo propiamente declarado, el titular de la UCR bonaerense busca posicionarse hacia arriba para asegurarle a un sector del PRO una porción importante de su representación en la Provincia.