Toda la carne al asador: el Movimiento Popular Neuquino saca los tanques del partido para retener el poder
El partido provincial gobierna la provincia desde hace casi 60 años y nunca perdió una elección desde su fundación. Sin embargo, en los últimos años ya no ganan con holgura en los comicios. Para peor, el Gobernador Omar Gutiérrez transita los últimos años de su segundo período. La ingeniería del oficialismo para retener el poder. La mega alianza que busca sellar Juntos por el Cambio para ganar. El dirigente díscolo del MPN que puede poner en jaque el resultado.
El 2023 está a la vuelta de la esquina y los tiempos electorales se aceleran. Más aún en aquellas provincias que desdoblarán los comicios provinciales de los nacionales. En ese lote uno de los casos emblemáticos es Neuquén, donde gobierna hace casi 60 años el Movimiento Popular Neuquino. Al tratarse de una fuerza regional, sin alianza alguna con partidos nacionales, la división de las fechas para ir a las urnas es estratégica. En efecto, suelen cosechar más sufragios en las instancias ejecutivas que en las legislativas, más allá de que en 2021 lograron el primer lugar.
Pero de un tiempo a esta parte ya no arrasan en las elecciones. No tienen más la vaca atada. El desgaste natural de un modelo de gestión de casi seis décadas más el crecimiento y avance de otras fuerzas en la provincia ponen en jaque la continuidad del partido en el poder. Con un agravante: el Gobernador Omar Gutiérrez no puede volver a ser candidato y no hay un sucesor “natural”. En efecto, el MPN tiene líneas internas que no responden a la conducción y ya advirtieron que darán la pelea.
Por si fuera poco, el Movimiento Popular Neuquino deberá renovar autoridades también este año. El actual presidente del partido es ni más ni menos que el mandatario provincial, quien en un acto de lanzamiento realizado días atrás en Villa El Chocón ya anunció que irá por otro período. Lidera el espacio de la Lista Azul, histórica corriente que siempre manejó los hilos del partido en sus seis décadas de vida.
“Estamos viviendo la vieja época, cuando el gobernador salía del MPN, de la interna. Hoy eso está más vigente que nunca y por eso se pone todo. La pelea es medio intestina del partido”, confió a Data Clave un dirigente desde el interior del espacio oficialista, cercano al mandatario provincial.
Tras el encuentro del sábado 30 de abril se respira cierto optimismo en el oficialismo, aún cuando van con el vicegobernador Marcos Koopmann de candidato, un outsider con poco conocimiento aún en el electorado, más allá de que levantó mucho el perfil en los últimos meses.
Y es que en el Movimiento Popular Neuquino apuntan a darle una gran marquesina a la elección partidaria que se definirá en los próximos meses, donde el gobernador Omar Gutiérrez irá por un nuevo mandato al frente del MPN. La apuesta del partido provincial es por un póker de dirigentes, que lo completan el vice por la gobernación; el exgobernador Jorge Sapag candidato a la Convención del partido y el intendente de Neuquén, Mariano Gaido por la reelección en la capital.
Cabe señalar que en la provincia del sur -como en buena parte de la Patagonia- las elecciones provinciales se desdoblan de las nacionales. Allí radica parte de la explicación de la supremacía emepenista, un partido con fuerte raigambre neuquina, pero también, con fuertes reminiscencias peronistas. No hay que olvidar que el MPN nació en tiempos de peronismo proscripto.
Pero además, un as bajo la manga si se complica y hay oferta opositora competitiva: unificar los comicios provinciales con los de la capital, donde se concentra la mayor parte del electorado y además es un distrito que recuperó el oficialismo en 2019. La doble tracción sería un combo difícil de vencer para los retadores.
No obstante, en el partido provincial confían en lograr un resultado positivo, con o sin jugada preparada. “El Frente de Todos está quebrado a nivel nacional y no tiene vocación de poder en la provincia. Darío Martínez ganó una interna arreglada y será el candidato pero no tiene el envión que han tenido otros años. El que puede hacer fuerza es Juntos por el Cambio, pero también tienen una fragmentación importante a nivel nacional y diferencias locales. Tendrían que tener armada una unidad y no está”, remarcaron desde la cocina del MPN.
La interna como motor del partido
El MPN decide históricamente y por determinación de la carta orgánica de la fuerza las autoridades y candidaturas en comicios domésticos. Lejos de temerle al debate y los enfrentamientos internos, el partido provincial los promueve.
En efecto, esa situación los potenció en 2021, donde estaban entre la espada y la pared en el Congreso, a punto de perder su último representante en Diputados. Y vaya si lo aprovecharon. La lista Azul enfrentó a la Violeta, espacio opositor encarnado por Rolando Figueroa, quien fuera en el pasado vicegobernador y compañero de fórmula del actual mandatario. La estrategia funcionó y el MPN se impuso tanto en las PASO como las generales.
Una vez electo diputado nacional, “Rolo” bajó los decibeles de la confrontación y se mostró dialoguista con Gutiérrez y la conducción del partido. No obstante, mantiene el misterio sobre qué postura adoptará en la interna partidaria. Se sabe, Figueroa trabaja en un proyecto personal para gobernar la provincia. Es fuerte en el interior, pero de momento, tiene mucha menos estructura que la conducción y no le alcanzaría para imponerse en la interna.
“Después del acto Azul, sirvió para acomodar los tantos, ver dónde está cada uno. Fue una demostración de organización, que no la tiene nadie más en la provincia. Y Rolo no dijo nada, se lo ve muy respetuoso de la situación. Sabe que si la lista Azul aprieta el acelerador no tiene chances”, señala un dirigente del oficialismo provincial a este medio.
¿Y si pega el portazo y va por afuera? No lo ven posible en la cúpula del partido. Consideran que la fuerza de Figueroa es dentro del MPN. “Si se va, ¿qué le van a ofrecer? ¿candidato a qué? todos quieren cuidar lo poco que tienen”, remarcan.
No es el único que busca dar la pelea. El titular del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Marcelo Rucci, suena fuerte para ser precandidato a gobernador en la interna del MPN. No es un dato menor su trayectoria sindical: el movimiento petrolero es muy fuerte en el sur, en especial en Neuquén, donde es motor de la economía. También fue intendente de Rincón de los Sauces, una pequeña localidad de la provincia.
En la conducción del partido confían en que el gremialista presionará para finalmente cerrar un acuerdo. Y si no lo hace, creen que con el aparato y el apoyo en distintos municipios, lograrán imponerse.