Se encamina un acuerdo de apertura entre Provincia y Ciudad
Enio García, Jefe de Asesores del Ministerio de Salud provincial, habló de cierta efectividad de las medidas de endurecimiento que permitirían volver a habilitar distintas actividades.
Empezó la cuenta regresiva de cara al 17 de julio, fecha en la que se cumple el más reciente decreto presidencial de aislamiento obligatorio, específico para la zona del AMBA. Desde la provincia de Buenos Aires ven con buenos ojos una salida gradual, aunque cuentan que no les temblará el pulso para dar marcha atrás en una hipotética explosión de los casos.
En diálogo con Wake Up por Delta 90.3, Enio García reconoció el “éxito” de la etapa actual: “En principio funcionó la medida que se tomó con la última cuarentena. Hay algunos datos que muestran un panorama alentador”, tiró. Además, en línea con distintos planteos de funcionarios porteños de los últimos días, reconoció que “hay un hartazgo de la gente”.
Entre los datos que define como “alentadores”, García destacó una dismunición de la circulación que tuvo repercusión en una baja de la velocidad de contagios. “El tiempo de duplicación de casos aumento”, agregó. También hubo “una desaceleración de la ocupación de camas de terapia intensiva”. La tasa de mortalidad, uno de los indicadores que más se mira en la provincia, también expresó una tendencia a la baja en los últimos días.
Respecto a un posible divorcio del AMBA, uno de los rumores más fuertes de la última semana, el representante del Ministerio de Salud de Provincia puso paños frios. “Es difícil pensar en cosas diferentes para la Ciudad y el conurbano. Si la Ciudad habilita la construcción, por ejemplo, obliga a muchos trabajadores de la provincia a ir a trabajar. Son decisiones que hay que tomar en conjunto”, aseguró