La renuncia de Diego Robbiani como secretario de Desarrollo Humano y Calidad de Vida de Olavarría golpeó fuerte en Olavarría, uno de los bastiones PRO del interior donde manda el jefe comunal, Ezequiel Galli. En los hechos, no se trata de una baja más. El ahora exfuncionario era uno de los hombres de confianza del intendente y una figura clave en la política local.

Durante su gestión, Robbiani se vio envuelto en varios escándalos. Sin embargo, siempre logró la banca del alcalde local. Lo que le permitió seguir al frente pese a la presión de la oposición. Pero el resultado en las últimas elecciones obligó a Galli a soltarle la mano y a "entregar" a uno de los suyos.

En la recientes PASO, el jefe comunal consiguió ganar su interna por la mitad de los votos contra otros dos contrincantes. Pero la sumatoria no colocó a Juntos como la fuerza más votada y fue superado por Unión por la Patria. Los resultados fueron muy duros: Galli solo fue votado por el 20 por cientos de los olavarrienses.

Ante este escenario, la salida de Robbiani tiene como fin mostrar las intenciones de cambio de parte del jefe comunal rumbo a lo que serán las elecciones de octubre

Durante 8 años fui secretario de Desarrollo Humano y Calidad de Vida del Municipio de Olavarría, cada mañana, tarde y noche fueron dedicadas a cumplir con mi labor. Una actividad de 24 horas que requiere de enorme esfuerzo, y que, en cada segundo, realicé con planificación, pasión, honestidad y resultados”, escribió Robbiani luego de agradecer a su equipo, a Galli, a su familia y amigos y “a quienes confiaron”.

Su dimisión se da una semana después de que se conociera una denuncia en el Colegio de Abogados de La Plata que recae sobre él por falsificación de una firma en un boleto de compraventa. “La denuncia existe, como también existen los documentos que comprueban que no falsifiqué ninguna firma”, manifestó. Y agregó: “En el año 2015, y como abogado particular, llevé adelante una causa y fue mi cliente quien falsificó su firma”.

El otro caso resonante fue el de las tarjetas Cabal, en el marco del programa Alimentar que debiera llegar a los sectores más vulnerables. En marzo de este año este hecho le valió la renuncia a su subsecretaria, Silvana Robles. La denuncia saltó desde dentro del Municipio. Los fondos de algunas de esas tarjetas que no habían sido entregadas a quienes correspondía se usaban para consumo personal. El plan había sido presentado por el municipio en 2022 y la ayuda llegaría poco más de 3.500 familias en situación vulnerable.

La funcionaria fue apartada del cargo y esas irregularidades detectadas en la ejecución de la política para los más vulnerables llegaron a la Justicia y son objeto de investigación penal. “Se desligó la responsabilidad del Secretario y se limitaron a la renuncia de la subsecretaria, pero a nivel local quedó ese manto de dudas en el conocimiento o responsabilidad del hecho en sí, que está en la Justicia. Hay responsabilidad por acción u omisión”, aseguró en diálogo con Data Clave, el concejal de Unión por la Patria, Ubaldo García.

Y cerró: “Tuvieron una elección muy desfavorable y ahora se da esta renuncia tardía que no asegura que cambie el rumbo en cuanto a la transparencia y administración de una gestión que viene deteriorándose día a día desde hace 6 años. Hay un modelo de ciudad que no existe y que no se puede hacer de la noche a la mañana