Scott Bessent estuvo en la Rosada para marcar la cancha en medio del nuevo acuerdo con el FMI
El secretario del Tesoro de Estados Unidos y figura clave del gobierno de Trump, llegó a Buenos Aires y se reunió con Javier Milei y Luis Caputo. La visita relámpago coincidió con la apertura de los mercados, el levantamiento del cepo y el desembarco de un nuevo acuerdo con el FMI.
Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos y hombre de extrema confianza del presidente Donald Trump, aterrizó, almorzó con CEO's, y se reunió con Javier Milei. El enviado más poderoso del norte llegó a Buenos Aires este lunes por la mañana y se va por la noche, pero su paso deja mucho más que fotos, su visita marca el respaldo político de Washington a la agenda de la motosierra y liberalización económica del gobierno argentino luego del debut del flamante acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y en medio del inicio del nuevo régimen cambiario y la salida del cepo.
La reunión, que se realizó en la Casa Rosada contó con la presencia de la Encargada de Negocios, Lydia Barraza, el subsecretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Kaplan, y el jefe de Gabinete, Dan Katz.
Junto al mandatario estuvieron el ministro de Economía, Luis Caputo, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno y el secretario de Políticas Económicas, José Luis Daza.
La reunión técnica con Caputo
De acuerdo con lo que informaron fuentes técnicas, el Secretario Bessent reafirmó el pleno apoyo de Estados Unidos a las “audaces reformas económicas” de Milei y elogió a Caputo y a su equipo económico por “su papel fundamental en su diseño e implementación”. “El Secretario transmitió que Argentina puede lograr un futuro brillante para su población mediante políticas económicas que brinden estabilidad y crecimiento a los trabajadores del país y a las dinámicas empresas del sector privado”, sostuvieron.
Además, el funcionario elogió a Argentina por “su rápida negociación con Estados Unidos sobre un paquete de medidas comerciales recíprocas” y manifestó su interés en copresidir, junto con el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), las conversaciones pendientes con Argentina en un futuro muy próximo. El Secretario enfatizó el compromiso de la Administración Trump de consolidar su posición como socio predilecto de Argentina.
El contexto
En un panorama complejo donde Estados Unidos redobla su guerra comercial contra China e impone nuevos aranceles, el funcionario aterrizó con la mira puesta en los recursos naturales estratégicos de la Argentina: energía, minería y, sobre todo, litio. La disputa por el territorio es literal. Y aunque el oficialismo intenta esconderlo detrás de conceptos como “libre comercio” o “apertura al mundo”, el fondo del asunto es la puja entre potencias por el control de las riquezas locales. En esa pulsada, Washington quiere frenar el avance de Beijing, que ya consolidó varios acuerdos estratégicos con el país, incluido el Swap de monedas que el Gobierno argentino renovó con China un día antes de anunciar el nuevo trato con el FMI.
La llegada del secretario del Tesoro también funciona como señal hacia el Fondo. Bessent es quien gestiona la silla de Estados Unidos en el FMI y el Banco Mundial, y su respaldo al plan económico de Milei no es un dato menor. En otras palabras: el viaje del funcionario es una especie de gesto diplomático para darle volumen político a un esquema que contempla privatizaciones, reforma previsional, recorte de subsidios y aumento de exportaciones primarias como ejes del nuevo modelo argentino.
En el mismo paquete, el FMI ya le pidió al Gobierno que “contenga los salarios” y que aumente la desregulación, lo que desde el oficialismo se traduce como una “reforma estructural”.
Más allá del show financiero, Bessent trae algo más: la doctrina Trump. Y si bien la llegada del secretario del Tesoro no fue anunciada como parte de una negociación oficial, el mensaje está claro: Estados Unidos quiere que Argentina corte el vínculo con China y se alinee, sin medias tintas, con su geoestrategia global. La semana pasada, Mauricio Claver Carone, exfuncionario del gobierno republicano, lo dijo sin vueltas: “Queremos que se termine la línea de crédito que tiene Argentina con China”. Y dejó en claro que Washington no está dispuesto a que el Fondo Monetario financie ese tipo de acuerdos.