Quién es el intendente que achicó jornada laboral, elevó salarios y no frenó fiestas populares
Un jefe comunal bonaerense puso en marcha su propio plan para contrapesar el accionar nacional. El llamado de sus pares para replicar modelo y su posición ante el método Milei. "Estamos en las antípodas de su pensamiento", le dijo a Data Clave.
Mientras en el que Congreso de la Nación se discute sobre la quita de varios derechos adquiridos como parte de la Ley ómnibus que el presidente Javier Milei giró a través de sus funcionarios, en un municipio bonaerense un jefe comunal puso en práctica una modalidad laboral que parece funcionar como contrapeso de la norma que hoy manda a nivel país.
Walter Wischnivetsky, a cargo de Mar Chiquita, dio a conocer en los últimos días que tomó la decisión de reducir la jornada laboral de los empleados municipales, pero sin afectar al salario. “Lo veníamos charlando con 'Pitingo' (Jorge Paredi, su antecesor) durante todo el 2023, cuando él era intendente y yo secretario General”, manifestó.
La medida no solo tuvo buen impacto local sino que, incluso, varios jefes comunales se pusieron en contacto con su par costero para saber los pormenores con el objetivo de llevar copiar el modelo. “La idea es que se pueda replicar. Es algo que está pasando en todo el mundo, que va en favor de la calidad de vida y que también nos permite, con organización, no afectar la atención al vecino a la hora de darle un derecho más al trabajador”, aseguró el jefe comunal en diálogo con Data Clave.
El intendente explicó que la idea surgió como parte de “una búsqueda por generar más derechos para el personal municipal para poder brindar una alternativa para que el trabajador pueda desarrollar otras tareas. El hecho de acotar el horario a seis horas, haciendo que rindan, nos permitirá darle una posibilidad laboral adicional o de esparcimiento”, manifestó el alcalde que acaba de cumplir su primer mes al frente del distrito.
El jefe comunal de Unión por la Patria le dijo a Data Clave que, además, “estamos viendo una mejora salarial, con una mejora adicional. La idea es generar un sistema de 30 horas que nos permita dejar al personal que está cerca de la jubilación en el régimen de 35 horas y generarle, de esa manera, un aumento que, a su vez, mejore su futura jubilación a través de los haberes de los trabajadores actuales”.
Wischnivetzky confirmó que su intención es “tener un gesto con los trabajadores municipales. Incluso, en las tareas que requieran 7 horas, mantendremos el esquema, pero esa hora que estaba incluida y ahora no, la vamos a pagar como extra. Es una mayor erogación en una situación que no es fácil, pero no queríamos que el perjudicado sea el trabajador”.
Con cerca de 1100 empleados municipales, un poco más en esta época debido a las temporada alta, el jefe comunal aseguró que, a nivel ideológico, “estamos en las antípodas del pensamiento del presidente y de su modelo neoliberal que no era necesario ni urgente. Hay otro camino. En lo que nos toca, lo hacemos según nuestra lógica”.
Esta buena nueva para los trabajadores municipales se da en un marco complejo para Mar Chiquita que, al igual que el resto de los distritos costeros, a traviesa una dura situación en torno a una temporada de verano muy por debajo de lo esperado debido a la situación económica y las medidas nacionales.
“Esta temporada no llega ni por asomo a la anterior. En la pasada estábamos cerca del 100 por ciento. Y con gran demanda en la gastronomía. Este año estamos en menos de un 70%. La gente lo siente en el bolsillo y ve venir nuevos golpes, con la quita de subsidios, aumento de combustible y obviamente empieza a acotar el gasto y reduce las vacaciones”, manifestó
Sobre esto, el jefe comunal dejó en claro que “en distritos como el nuestro, donde se trabaja por y para el turismo, es un impacto importante. Hay mucha preocupación. Estamos haciendo acciones para promocionar pero contra las medidas nacionales es difícil”. Y agregó que el panorama para febrero es “de mucha incertidumbre”.
Sin embargo, a diferencia de otros destinos que decidieron dar de baja sus fiestas populares, el jefe comunal tomó la decisión de hacerle frente a todos compromisos. “Decimos no suspender. Vamos a tener la Fiesta de la empanada costera, la del Potrillo, de la Cerveza Artesanal, de Pirán y del Costillar. Todas nuestras fiestas serán con menos recursos y más ingenio. Tenemos muy en claro que los vecinos necesitan esparcimiento y de la cultura como también de la comida”.