Provincia de Buenos Aires: ¿refugio para el repliegue o palanca para el triunfo del Frente de Todos?
El oficialismo se debate entre impulsar una única fórmula para las elecciones o abrir las primarias para que se presenten aquellos candidatos que quieran competir. El plan del kirchnerismo para transformar territorio bonaerense en el nuevo "paraíso" frentetodista. Y la contrapropuesta albertista de pulsear en las primeras nueve elecciones del calendario.
Tras la convocatoria a la Mesa Política del Frente de Todos por parte de Alberto Fernández, el debate entre fórmula única o confrontación entre las diferentes líneas internos en las primarias de agosto es uno de los puntos centrales a la hora de acordar las “reglas de juego” básicas que sirvan para sostener la unidad -al menos hasta después de octubre- y lograr así una victoria que le permita al oficialismo acceder a un segundo período.
Kirchneristas, massistas y una buena parte de los gobernadores se inclinan por la idea de avanzar con un candidato solo, tras el cual se alineen todos los sectores del FdT. “Lo mejor que nos puede pasar es que haya síntesis, en vez de diáspora”, le dijo a Data Clave un funcionario con acceso directo al principal despacho de la casa de gobierno bonaerense, en La Plata.
Está claro que es el presidente (del PJ y de la Nación) el que impulsa -junto a sus colaboradores más cercanos y un grupo reducido de intendentes y gobernadores-, la idea de habilitar varias listas en la primaria, con la convicción de que en un escenario interno donde confluyan varias propuestas, sus chances de reelegir se multiplican.
El temor a la ruptura que haga fracasar la reelección del Frente de Todos juega como una especie de dique contenedor para aquellos funcionarios que no quieren volver al llano -como ocurrió en 2015 tras la derrota frente a Cambiemos- y demandan a sus líderes que acuerden mecanismos que permitan recuperar la senda victoriosa de 2019.
Para Teresa García, jefa del bloque del Frente de Todos en el Senado bonaerense, la convocatoria a la Mesa formulada este domingo por el presidente no pareciera ser suficiente. “No solamente se trata de ordenar los instrumentos electorales, se trata de discutir qué le vamos a decir a la sociedad”, señaló García, cercana a la vicepresidenta Cristina Kirchner y al gobernador Axel Kicillof.
“Lo que hemos hecho bien, habrá que continuarlo en la campaña, y lo mal hecho, hay que corregirlo. La sociedad está demandando eso. A mí me parece inviable tener una discusión con los compañeros con los que se vayan a armar las candidaturas, las representaciones de los espacios, la legitimidad de cada uno, si no se discute el fondo. No se trata solamente de armar un mecanismo para ganar la elección”, sostuvo García en declaraciones a Radio 10.
Desde el riñón albertista, tienen una mirada más contemplativa de la decisión. “Alberto no puede darse por vencido en este momento y tiene que utilizar toda su representatividad institucional (como presidente de la Nación y titular del principal partido de la coalición) para sostener esta Mesa Política amplia, que tendrá que incluir a todos los sectores”, le dijo a este portal un colaborador del presidente que forma parte de su círculo de consulta.
No son pocos los dirigentes que -por lo bajo- hablan sobre una “derrota inevitable” y ven nulas las posibilidades del oficialismo de revalidar títulos en octubre. Eso altera, no solo a Fernández, sino también a Sergio Massa, quien se mantiene públicamente ajeno a la discusión electoral pero, puertas adentro, observa con preocupación la actitud de brazos caídos de quienes dan por muerto al FdT. “No estoy en la política para hacer autopsias”, aseguró a sus íntimos el ministro de Economía y líder del Frente Renovador.
“Los mismos que dan por muertas nuestras chances electorales son los mismos que optan por la estrategia defensiva del repliegue en la provincia de Buenos Aires, con el nombre Cristina impreso en la boleta legislativa”, afirmó el dirigente renovador.
Sin embargo, para Gabriel Katopodis, que además de ministro del gabinete, es secretario del PJ bonaerense, consideró que “la provincia de Buenos Aires va a tener mucho que ver con el resultado nacional, pero no debe ser un refugio, sino una palanca para el triunfo que necesitamos en el Frente de Todos”. En la misma entrevista no descartó formar parte de la oferta laboral oficialista en octubre próximo.
Arranca la mesa política
La mesa política entrará en funciones a fin de mes en la histórica sede del PJ nacional sobre la calle Matheu porteña. Allí se presentará el “plan de las nueve elecciones” que comenzará el próximo domingo 12 de febrero en La Pampa con las PASO para gobernador y culminará en ese mismo territorio el 14 de mayo con la elección en la que el peronismo apuesta a retener el control de la provincia.
Entre ambas fechas habrá comicios en Río Negro y Neuquén (16 de abril), y en Misiones, Jujuy, Salta, San Juan y Tucumán (7 de mayo). Ninguno de estos turnos electorales muestra una “ola amarilla” que pueda mostrar una tendencia ganadora para el partido macrista.
Massa propuso efectuar un “trabajo articulado con las provincias” para ayudar a los gobernadores oficialistas en su intento por evitar una derrota electoral. Coherente con esa idea, esta semana recibió en el ministerio de Economía a Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan) y Mariano Arcioni (Chubut).