Por qué la reñida interna del radicalismo podría provocar un quiebre electoral rumbo al 2025
Los candidatos a la presidencia del comité provincial se mostraron ganadores, pero el resultado provisorio da victoria para el oficialismo. La paridad entre los delfines de Abad y Lousteau, en tándem con Manes, deja al partido en un lugar frágil de cara a las legislativas. Expectativa en PJ, PRO y LLA.
Miguel Fernández y Pablo Domenichini se proclamaron en las últimas horas ganadores en la contienda interna para ver quién será el próximo presidente del comité bonaerense del radicalismo. Tanto el exintendente de Trenque Lauquen como el diputado provincial se adjudicaron, a través de las redes sociales, una victoria que, en los hechos, dejará como saldo la confirmación de una fractura hacia adentro del partido centenario con clara incidencia en lo que será el armado para las elecciones legislativas del 2025.
“Los radicales de la provincia de Buenos Aires ratificamos nuestra historia , nuestra identidad y nuestra proyección. Logramos ganar en 6 de las 8 secciones electorales y un triunfo contundente en la Provincia”, manifestó Fernández, el candidato de Adelante Radicales, la lista del oficialismo que comanda el senador nacional Maximiliano Abad. Y agregó que “el objetivo que nos une es claro: convertirnos en una alternativa de gobierno nacional y provincial sólida y confiable en los próximos años”.
Por su parte, Domenichini, delfín del senador nacional Martín Lousteau (en tándem con Facundo Manes) y representante de Futuro Radical, también alzó la mano. “Con los resultados provisorios, en una elección reñida, podemos afirmar que hemos ganado el comité de la provincia. Una elección que nos convoca a todos a construir un radicalismo protagonista”.
El radicalismo bonaerense atraviesa por estas horas una dura puja a la espera de lo que resuelva la Junta Electoral que, según se supo en las últimas horas, podría anular los resultados de Quilmes, donde Domenichini sacó una diferencia “más que significativa de lo que surge del acta”. De confirmarse este paso, Fernández se proclamaría titular del comité provincial, pero habrá que esperar si desde Futuro Radical buscan judicializar la interna.
En los hechos, Fernández logró representar la fuerza del interior de la Provincia y se impuso en todas las secciones electorales salvo la tercera y la octava, que solo representa a La Plata. El mapa bonaerense se pintó a su favor. Con la parte norte del Conurbano como baluarte gracias al apoyo del exjefe comunal de San Isidro, Gustavo Posse, quien en un cambio de postura con respecto a los últimos comicios se alió a la nómina de Abad, quien fuera su principal contrincante interno en los últimos años.
Sin embargo, como es sabido, la tracción del Conurbano tiene un peso contundente. Y Domenichini generó una fuerte diferencia a su favor desde la 3ra sección electoral. Gracias a esto desde su espacio aseguraron haber ganado la elección por poco más de 400 votos. Un número que no se condice con el resultado que comunicaron desde el oficialismo con 39.668 a favor contra 31.982 de Futuro Radical: 7.986 votos de distancia.
Impacto profundo
En la previa electoral ambos bandos se habían tirado con todo en la intención de demonizar la representación de su rival de turno. Desde el sector de Fernández hablaron del impacto que podría tener en la Provincia que se imponga una lista que, a su entender, con tintes porteños. “No queremos que a la UCR bonaerense la manejen desde CABA”, apuntando de lleno a Lousteau.
Domenichini en cambio fue un poco más allá sin ser tan directo. "La UCR tiene la oportunidad de renovarse y construir una alternativa para la Provincia y el país, alejándose de los extremos”. En sus palabras mostró unir la idea de un oficialismo cercano a la posibilidad de acordar con La Libertad Avanza en el camino hacia el 2025.
No se trata de una alianza concreta. Pero sí de un paso que, desde la actual oposición partidaria, entienden que el oficialismo tomará como una confirmación para avanzar en un nuevo pacto con el PRO que hoy comanda Mauricio Macri a nivel nacional. “Muchas veces se habla de la importancia de tener liderazgos bonaerenses, conozco a Miguel Fernández como intendente y como político. Es todo lo bueno que le puede pasar a la política que hoy conduzca su partido a nivel provincial. Felicitaciones Maxi Abad y equipo”, sostuvo el titular de la Asamblea del partido amarillo, Martín Yeza.
Ante esto, Domenichini no se quedó callado. “Martin perdieron los que estas felicitando. Ganó Futuro Radical. Y ganamos justamente porque todos los radicales sabíamos que vos los ibas a felicitar”, arremetió el diputado bonaerense. En sus palabras expuso buena parte de lo que es la interna hoy entre un grupo que busca la carta blanca negociar hacia adentro con el PRO y que, eventualmente, podría continuar esa alianza hacia La Libertad Avanza y otro que no se siente representado con esa idea.
“El límite de cualquiera que se diga radical es Milei. Si nosotros no entendemos eso y le damos un cheque en blanco al partido para negociar en favor de algunos pocos y no de lo que necesita la gente le estamos faltando el respeto a todos los afiliados y al pueblo argentino”, aseguró, de manera contundente, una dirigente que votó en favor de Domenichini.
Pasado y futuro
Tras las elecciones partidarias de la UCR en la provincia de Buenos Aires quedó claro que el partido hoy está quebrado en dos. Y que hay dos posturas encontradas de hacia dónde ir. Mientras que ambos hoy aseguran buscar un radicalismo protagonista, lo cierto es que la UCR está a la expectativa de qué posición tomará de cara a lo que serán los próximos comicios legislativos.
Desde el oficialismo también están los que consideran que la otra mitad busca generar ciertos acercamientos con el peronismo. Una trama que tiene más letra del PRO que del propio radicalismo pero que también pone al partido en foco para lo que serán los próximos pasos.
La exigua diferencia será, en concreto, un conflicto que no tendrá una fácil solución. La elección recordó lo sucedido en 2021 cuando Posse judicializó la elección con Abad y mostró también las dos caras de un radicalismo que, en la actualidad, se muestra unido en una de las dos partes de un corte al medio casi perfecto.