Polémica por licitación millonaria de uniformes policiales: material inservible y tiempos inexplicables
El Ministerio de Seguridad porteño lanzó una licitación para el cambio completo de lo que utiliza la fuerza y anunció que se comprarán 373,400 unidades. Sin embargo, las especificaciones técnicas fueron tildadas de "irreales" y se cuestionaron los plazos de entrega, a los que calificaron de "inviables".

Una partida millonaria que llamó la atención y unos estándares que no se cumplieron. El Ministerio de Seguridad porteño, a cargo de Waldo Wolff, anunció el lanzamiento de una licitación para el cambio completo de los uniformes actuales de la Policía de la Ciudad.
En total, se comprarán 373.400 unidades, que incluyen indumentaria, calzado y accesorios, por lo que se pagarán unos 12.976.184.000 de pesos. Sin embargo, la licitación 3202-2080-LPU24 presenta una serie de irregularidades que pusieron bajo la lupa toda la maniobra. Fuentes relacionadas con el mundo de la seguridad le explicaron a Data Clave que existen “especificaciones técnicas incorrectas y viciadas para restringir la competencia con plazos de entrega irreales”.
Cuestionaron también que se haya desembolsado una partida millonaria sin siquiera haber realizado un patrón de muestra de lo que se estaba adquiriendo. La sospecha que se tiene es que la licitación estaría direccionada a un empresa en particular que ya estaría fabricando los productos en China, lo que va en contra de la competitividad exigida para este tipo de decisiones gubernamentales.
"La presentación de muestras patrón es un paso esencial en las licitaciones públicas para garantizar que los productos ofrecidos cumplan con los estándares y especificaciones técnicas detalladas en el pliego", remarcaron. En ese sentido, explicaron que esa muestra es la que permite que un comité evaluador realice las inspecciones correspondientes de los materiales y la confección, “para que cumplan tanto en calidad como en funcionalidad”.
Todo lo que es equipamiento para una fuerza de seguridad debe ser tratado con muchísima rigurosidad. En ese sentido, también se cuestionaron las especificaciones brindadas al respecto, ya que presentan "incongruencias con respecto a la materia prima que debe usarse y a la confección en sí de cada producto".
"Los productos presentan características propias de ropa de merchandising o ropa deportiva de mala calidad, que va en contra del uso cotidiano de un uniforme que debe resistir todos los días bajo diversos climas y en distintos contextos", explicaron las fuentes.
Las telas están confeccionadas con materiales de bajo gramaje, como se denomina a los componentes sintéticos de poca durabilidad y que, además, bajo temperaturas extremas de calor, sofocan al cuerpo.
Otro de los puntos que llamó negativamente la atención tiene que ver con la fecha de entrega indicada: según la licitación, se le da a la empresa 45 días de corrido para entregar los casi 400.000 uniformes. Ello significa una confección de 8.297 uniformes por día, una producción inviable para cualquier empresa en Argentina.
A esto se le suma que las tablas de medidas contienen errores graves, ya que las proporciones indicadas no se corresponden con los estándares de la industria textil y ni siquiera existen talles para policías mujeres.