El sindicalismo argentino vive momentos de tensión crecientes. Pablo Moyano, uno de los pesos pesados del Sindicato de Camioneros, no solo arremetió contra la interna del PJ, sino que también adelantó la fortaleza del paro del 30 de octubre. "Una lista de unidad mostraría fortaleza frente a Milei, pero estamos discutiendo si Quintela tiene tres avales más", lanzó Moyano en una entrevista con Futurock.FM, cuestionando la relevancia de las elecciones internas frente a la crisis económica. El líder camionero, que no asegura su voto en las elecciones del 17 de noviembre, dejó clara su postura: "El peronismo se milita todo el día, no es ir a votar en una interna". Además, apuntó que la verdadera confrontación se da "en la calle" y no en la disputa entre Cristina Kirchner y Ricardo Quintela.

Pero la crítica de Moyano no se detuvo ahí. Al referirse a la situación política y social del país, expresó su respaldo al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y rechazó cualquier diálogo con el gobierno de Javier Milei. "El enemigo no es Axel ni Cristina, el enemigo es Milei", sentenció, mientras anticipaba que la CGT no tardará en convocar una nueva huelga general. Según Moyano, el paro del 30 de octubre "se viene con todo", con la adhesión de gremios como ATE, DGI y trabajadores de la economía popular.

En paralelo, las tensiones en la CGT también van en aumento. La suspensión de una reunión clave entre abogados de la central obrera, el Gobierno y el Grupo de los 6 despertó sospechas sobre un clima de negociación que parece estar desmoronándose. Oficialmente, la cita fue cancelada debido a la ausencia de la abogada de la UOCRA, Marta Pujadas, quien está en Ginebra en un encuentro de la OIT. Sin embargo, detrás de la excusa oficial, varios dirigentes sindicales admiten que la situación es más compleja: los recientes despidos en la AFIP y la Aduana, sumados a las privatizaciones anunciadas, hicieron que “el clima no sea el indicado para un diálogo”. La mesa de diálogo tripartito, convocada por Guillermo Francos, quedó así suspendida, intensificando las fricciones entre el sector dialoguista de la CGT y la Casa Rosada.

A este escenario se le suman las posturas más confrontativas dentro del sindicalismo. Andrés Rodríguez, líder de UPCN, encabezó un encuentro del Frente de Gremios Estatales en el que se declararon en “estado de alerta y movilización” frente al ajuste. Los sindicatos involucrados, afectados por reformas del gobierno libertario, amenazan con profundizar sus medidas de fuerza si la situación continúa deteriorándose.

El paro de transporte del 30 de octubre promete ser un termómetro clave. Aunque la UTA, liderada por Roberto Fernández, aún no llegó a un acuerdo salarial, el panorama se complica con la posibilidad de que otros gremios del transporte se sumen al paro. Mientras se acerca el vencimiento de la conciliación obligatoria el 29 de octubre, la tensión entre el Gobierno y los sectores sindicales va en aumento.

El próximo paro de transporte no es solo un grito contra el ajuste de Milei. Es una señal de que el sindicalismo se encuentra en una encrucijada crítica, con la posibilidad de un endurecimiento que podría poner en jaque la estabilidad social del país. Mientras tanto, las suspensiones de encuentros y las divisiones internas en la CGT no hacen más que reflejar la fragilidad del momento actual.

Las próximas semanas serán decisivas para medir el impacto del paro del 30 de octubre, no solo en el transporte, sino también en la relación entre el sindicalismo y el gobierno de Milei. Mientras tanto, las internas en la CGT seguirán definiendo la estrategia a seguir, con la amenaza de más huelgas generales en el horizonte.