Moreau: “En dos semanas vamos a estar en condiciones de votar el impuesto a las riquezas”
El diputado del bloque de Todos sostiene que ahora sí hay decisión de tratar este impuesto. Una vez aprobado, Moreau insiste en que debe gravarse por los próximos cuatro o cinco años.
“Creo que en las próximas dos semanas -para poner un plazo algo arbitrario- vamos a estar en condiciones de llevar al recinto el debate de ese gravamen que se le imponen a las grandes riquezas en Argentina”, aseguró, en diálogo con Data Clave, el diputado nacional del Frente de Todos, Leopoldo Moreau, sobre el anunciado proyecto de impuesto a la riqueza que aún no ha tenido recorrido parlamentario.
De origen radical, el diputado anticipa lo que será la renegociación de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y sostiene que Argentina “no debe ceder a reformas estructurales que signifiquen desarmar el tejido social de Argentina o perjudicar el tema de la seguridad social”.
Presidente de la comisión bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia, Moureau asegura que, en la investigación (judicial) sobre el presunto espionaje ilegal llevado a cabo durante la gestión de Mauricio Macri, no hay dudas sobre la “responsabilidad política” del ex presidente.
Data Clave: ¿Qué escenario enfrenta Argentina respecto a la negociación con el FMI?
Leopoldo Moreau: No hay que ceder a reformas estructurales que signifiquen desarmar el tejido social de Argentina o perjudicar el tema de la seguridad social, o afectar la protección laboral que tiene nuestro país que lo distingue respecto a cualquier otro país de América Latina. Es muy difícil la situación porque el Fondo en general no hace quitas ni de intereses ni de capital, aunque se trata de una situación excepcional, por la pandemia y porque el Fondo ha tenido una co-responsabilidad enorme en este préstamo. Han confesado que fue con el solo objeto de ayudarlos (al gobierno de Mauricio Macri) en la campaña electoral para mantener las políticas que Estados Unidos quiere sostener en la región. Esto debería pesar en la negociación. Lo que deberíamos decirle al FMI es que vayan a cobrarle a Macri. Esto no se puede decir en términos realistas, por eso lo que creo es que hay que tratar de no aceptar condicionamientos, tener un plan propio en términos de política económica y estirar todo lo que se pueda el calendario de pagos.
D.C: ¿Y cuáles son sus expectativas?
L.M: Creo que el Fondo ha quedado en una situación muy difícil porque es prisionero de sus propias palabras. No solo por el conocimiento de las razones del préstamo, sino porque el Fondo ha sido el primero en decir que la deuda externa de Argentina era insostenible. Entonces a partir de ese concepto, no creo que ahora aparezca como el negociador más duro imponiendo condiciones de imposible cumplimiento.
D.C: ¿No sería ingenuo creer que no impondrá condiciones?
L.M: Hay factores que no estaban presentes hace un tiempo atrás. Reitero, la crisis económica y social en el mundo causada por la pandemia. El cambio de Gobierno o no en Estados Unidos. Pensar que la negociación recién va a tomar velocidad allá por el abril, mayo del año que viene. Hay un montón de factores que van influir por eso el ministro Guzmán ha dicho con mucho realismo que va a ser una negociación compleja y larga.
D.C: ¿Qué sucede con el proyecto de impuesto a la riqueza?
L.M: Creo que en las próximas dos semanas -para poner un plazo algo arbitrario- vamos a estar en condiciones de llevar al recinto el debate de ese gravamen que se le imponen a las grandes riquezas en Argentina que no sobrepasa más allá de 12.000 o 12.500 personas físicas. Es un debate impostergable que va a ser previo a una discusión más de fondo que será el cambio del sistema tributario, que es uno de los temas pendientes. Pero me parece que de manera más urgente debemos tratar este impuesto que le puede dar al fisco entre US$3.500 y US$4.000 millones. Es cierto que nuestro bloque al presentar la iniciativa se comprometió a que iba a ser por una única vez. Pero no es menos cierto que en este caso habrá que ver si en la reforma tributaria no se logra replicar este proyecto por lo menos -y es una opinión personal- por un plazo de cuatro o cinco años para que acompañe el proceso de recuperación de las finanzas públicas.
D.C: El proyecto del impuesto generó rechazos y viene demorado hace varias semanas. ¿Qué sucederá cuándo se proponga esto por cuatro o cinco años?
L.M: Reitero, es una opinión personal. Ahora, el proyecto concreto es por única vez, gravamen a la riqueza. Hay que sacarlo rápidamente adelante porque hay que compensar el enorme esfuerzo fiscal que ha hecho el Gobierno en estos meses de pandemia y lo que le resta hacer. Y eso hay que compensarlo con recursos que provengan de aquellos sectores de privilegio cuyas finanzas no se han visto perjudicadas en los últimos años.
D.C: ¿Ese proyecto se postergó por la negociación de la deuda?
L.M: No creo que haya sido por la deuda. Creo que hubo proyectos de mayor urgencia que tratar. Y como este no es un proyecto consensuado con la oposición, que la criticó rápidamente, se privilegió la emergencia y se postergó. Pero no creo que pase de acá a dos semanas.
D.C: ¿Qué se puede esperar de la causa que investiga espionaje ilegal durante la gestión macrista y que ya procesó a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani?
L.M: Estamos en presencia de un sistema de espionaje ilegal y persecución política que no tiene precedentes en la historia democrática de Argentina. Creo que la investigación judicial, como la que nosotros estamos haciendo en paralelo desde la comisión bicameral, seguramente va a dejar al desnudo -y tenemos la obligación de hacerlo- lo que ha ocurrido en estos años para que no vuelva a suceder. La Justicia será la que tendrá que imponer responsabilidades penales.
D.C: ¿Usted cree que la investigación irá por encima de Arribas y Majdalani?
L.M: Creo que hay llevar la investigación a fondo para erradicar este comportamiento de la vida política y democrática argentina. Porque debemos mirar el futuro entonces tenemos la obligación de dejar despejado el camino hacia adelante para que las discusiones queden saneadas, para que funcione el estado de derecho como debe funcionar y para tener un sistema de inteligencia que le sirva a los objetivos estratégicos del país y no a la persecución que pueda llevar adelante un gobierno circunstancial. Desde el punto de vista político no tengo dudas de la responsabilidad del presidente Macri. Primero porque el Presidente es el que conduce la política de inteligencia nacional. Segundo porque hay muchos indicios de que Macri participó de estas tareas de espionaje.