Este martes, los líderes mundiales rehicieron la “foto de familia” de la Cumbre del G20 en Río de Janeiro . En la primera fotografía, tomada el lunes, no estaban presentes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.

Esta vez los tres líderes estaban uno al lado del otro en la primera fila. Sin embargo, el presidente argentino, Javier Milei, no apareció en la foto de hoy. Si bien todavía no hay confirmación sobre el motivo de la ausencia del dirigente, se especula que se superpusieron los horarios con la reunión prevista con Kristalina Georgieva.

En un inesperado giro político, Javier Milei y Xi Jinping protagonizaron un encuentro clave durante la cumbre del G20. La reunión, que tuvo lugar en el hotel Sheraton, duró 30 minutos y marcó el inicio de un acercamiento pragmático entre el presidente argentino y el líder comunista chino. Este vínculo era impensado hace un año, cuando Milei aseguraba que no tendría trato con “comunistas”.

Acompañado por su hermana Karina Milei, el canciller Gerardo Werthein, el ministro de Economía Luis Caputo y el vocero Manuel Adorni, el mandatario argentino dejó de lado su postura ideológica para abordar las urgencias económicas del país. Entre los puntos tratados, destacaron la necesidad de mantener la libre disponibilidad del swap chino por 5.000 millones de dólares y la búsqueda de nuevos mercados para exportaciones argentinas, como soja y menudos de pollo.

Por su parte, Xi llevó al encuentro una lista de demandas estratégicas que van desde la reactivación de las represas en Santa Cruz hasta la instalación de un puerto de aguas profundas en Tierra del Fuego, pasando por el control de la Hidrovía y el acceso al litio y cobre argentino. Estos proyectos forman parte de una ofensiva geopolítica de Beijing que ya había iniciado durante los mandatos de Mauricio Macri y Alberto Fernández.

El acercamiento entre Milei y Xi responde, en gran medida, a las recomendaciones de Caputo y del titular del Banco Central, Santiago Bausili, quienes advirtieron sobre la dependencia de las reservas argentinas al apoyo financiero chino. “Sin el respaldo del swap, las reservas podrían complicarse seriamente”, explicaron fuentes del entorno presidencial según trascendió.

Sin embargo, el vínculo con China podría encontrar límites debido a la relación estrecha entre Milei y Donald Trump, quien asumirá nuevamente la presidencia de Estados Unidos en enero de 2025. Trump ha sido claro en su intención de redoblar la competencia con Beijing, lo que podría condicionar los acuerdos que Milei logre con Xi.

En tanto, el mandatario argentino postergó una invitación de Xi para visitar China, inicialmente prevista para enero. La decisión responde a la intención de evitar mezclarse con líderes de la CELAC, cuyos integrantes comparten posturas cercanas al régimen chino.

El encuentro con Xi fue apenas el inicio de una jornada intensa para Milei, quien también se reunió con Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI. Ahí, el foco esta puesto en renegociar el programa de Facilidades Extendidas, que vence este año, y en explorar un eventual desembolso adicional para reforzar las reservas del Banco Central.

Con apenas un mes para cerrar las negociaciones con el Fondo, Milei planea jugar la "carta Trump", confiando en que el próximo presidente de Estados Unidos intercederá para obtener condiciones más favorables. Mientras tanto, Argentina sigue atrapada en una compleja red de alianzas internacionales que intentan equilibrar pragmatismo económico e ideología política.

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X de Kristalina Georgieva