Maniobra opositora en Diputados: pulseada por el "criptogate" y quórum condicionado
Democracia para Siempre, el espacio que encabeza Facundo Manes, logró que se oficializara la sesión especial de este miércoles para tratar los proyectos que buscan esclarecer el escándalo del criptoactivo Libra. La clave para alcanzar el quórum está en Unión por la Patria y el respaldo de otros bloques opositores.
El criptogate se metió de lleno en la agenda de la Cámara de Diputados. Luego de idas y vueltas, la oposición dialoguista logró que se oficialice la sesión especial para este miércoles al mediodía, con el objetivo de debatir distintos proyectos que buscan poner en jaque al Gobierno por la promoción del criptoactivo Libra. Sin embargo, la movida no está garantizada: el quórum está en la cuerda floja y el oficialismo ya puso en marcha su maquinaria para bloquear la jugada.
El pedido fue impulsado por el radicalismo disidente de Democracia para Siempre, con el respaldo clave de Encuentro Federal, el bloque de Miguel Pichetto, y el apoyo de legisladores del PRO cercanos a Horacio Rodríguez Larreta. La apuesta es arriesgada: para abrir la sesión se necesitan 129 diputados sentados en sus bancas, y la mira está puesta en la actitud que tomará Unión por la Patria, que tiene la llave para que la sesión prospere.
Desde el oficialismo ya movieron sus fichas para frustrar la convocatoria. Los gobernadores de Catamarca y Santiago del Estero, ambos alineados con el peronismo, fueron señalados como piezas clave para evitar el quórum. En los últimos meses, estos mandatarios operaron en otras ocasiones para frenar iniciativas opositoras y ahora podrían volver a jugar en sintonía con la Casa Rosada.
En caso de que la sesión arranque, la oposición enfrenta otro obstáculo: los proyectos sobre Libra no tienen dictamen y para aprobarlos se necesita una mayoría especial de dos tercios, algo virtualmente imposible. Para esquivar esa traba, el plan B es empujar el emplazamiento de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Peticiones, Poderes y Reglamento, estableciendo un plazo de diez días para emitir dictamen y volver al recinto con los expedientes listos para su tratamiento.
El temario de la sesión incluye varias iniciativas explosivas, desde un pedido de interpelación a Javier Milei, impulsado por el Frente de Izquierda, hasta pedidos de informes y citaciones a funcionarios clave como Guillermo Francos, Mariano Cúneo Libarona, Karina Milei y Manuel Adorni. Además, se sumó un pedido de informes del radical Rodrigo de Loredo, con el fin de tentar votos de su bloque, que en los últimos meses se alineó con el Gobierno.
Otro elemento que podría inclinar la balanza es la inclusión en la sesión del proyecto para declarar la emergencia en Bahía Blanca, impulsado por Victoria Tolosa Paz y con respaldo de casi todos los bloques, salvo La Libertad Avanza. Esta iniciativa podría hacer que más diputados se sienten en sus bancas, dificultando el operativo oficialista para voltear la sesión.
Con un escenario abierto, la batalla por el quórum será el primer round del día. Si la oposición logra reunir los números, la atención se trasladará a la pulseada en el recinto, donde cada voto cuenta en la cruzada para que el criptogate no quede en el olvido.