Zozobra y titubeo. Brenda Uliarte debía ser indagada este miércoles en la segunda audiencia del juicio oral y público como acusados de intentar matar a Cristina Kirchner. En la primera audiencia declaró Fernando Sabag Montiel, quien empuñó el revólver para matar a la ex mandataria y que en su testimonio asumió la absoluta responsabilidad del hecho. Dijo que Uliarte fue “más una espectadora del momento que una participe” y que Carrizo se “autoincriminó injustificadamente”.

Uliarte se sentó y aseguró que quería responder preguntas. “¿No quiere dar su versión de los hechos?”, le preguntó la jueza Sabrina Namer. La acusada reiteró que quería contestar. Ante esto, la magistrada federal llamó a las partes para corroborar el estado de Brenda y el rumor de que se había dicho antes de la audiencia que estaba bajo los efectos de unas pastillas. En el transcurso de ello, Uliarte decidió arrepentirse y pidió que se anulara su idea de declarar.

Tras esto, declaró Nicolás Carrizo, defendido por el abogado Gastón Marano. El jefe de los copitos está involucrado en la trama tras descubrirse una serie de mensajes donde hablaba del atentado y le echó la culpa al alcohol. “Estaba entonado y empecé a mandar mensajes. Les juro que nunca me lo tome con la seriedad que tenía que ser. Hace un año y nueve meses que me estoy castigando por esto. Lo que dije fue en joda”, sostuvo.Carrizo aseguró que cometió dos errores: mandar los mensajes y ayudar a Uliarte. 

“No tengo nada en contra de Cristina, jamás mataría a una persona. Es una locura. Le quiero pedir perdón si ofendí a la señora Kirchner”, concluyó.

Los tres están acusados del delito de tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego. Sabag y Uliarte en el rol de coautores podrían ser condenados a penas de entre 20 años y 13 años y cuatro meses de prisión. En tanto, Carrizo como participe necesario del delito podría recibir una pena 14 años y ocho meses a seis años y ocho meses de cárcel.

La declaración de Sabag

El juicio comenzó la semana pasada. Los tres acusados, que están detenidos, no se dirigieron la palabra. En esa audiencia, Sabag Montiel habló por primera vez sobre el atentado. Puso en palabras las imágenes del 1 de septiembre de 2022 cuando en la puerta de la casa de Cristina Kirchner le apuntó a centímetros de la cara con una pistola.

La fiscal Gabriela Baigún le preguntó a Sabag Montiel en qué consistía el atentado. "Es claro, se contesta sola la pregunta. Matar a Cristina", respondió. Y sobre el rol de Uliarte, su ex pareja, dijo: “Yo la quería matar y ella quería que muera. Si bien en los chats decía que quería hacerlo, yo nunca le dije o le ordene a que lo haga. Nunca le di el arma para que lo haga. Ella quería ser más una espectadora del momento que una participe”.

El acusado también dio detalles sobre cómo quiso matar a la entonces vicepresidenta. Contó que le apuntó a la cara y que estaba a 30 centímetros del rostro.Gatillé una vez, no dos veces como se dijo. Y no le volví a dar recarga al arma porque fui interceptado. No tuve momento de salida o escape del plan. La distancia fue prudencial para tener un marco de poder llegar. Estaba a 30 centímetros”, relató. “Solo era yo el que portaba el arma en el bolsillo de reverso de la campera. Una parte estaba en un bolsillo y el cargador lo tenía en otro. Brenda no tenía armas”, recordó.

También explicó el motivo del intento de homicidio. Se calificó como apolítico y lo entendió como un acto de “justicia” por el que no recibió dinero.Creo que es un acto de justicia y no fue un acto en el que traté de favorecerme económicamente. Tiene una connotación más profunda, mas ética, y más comprometida con el bien social que otra cosa”, explicó.Respecto de la persona de Fernández de Kirchner no me gusta, es corrupta, roba, hace daños a la sociedad y demás cuestiones que ya son sabidas. No es necesario que sean aclaradas por mi porque cualquier persona siente lo mismo que yo, o la mayoría”, dijo y responsabilizó a la ex mandataria por la inflación: “Me sentí humillado de tener un buen pasar o ser vendedor de copitos”.

Luego fue consultado por el rol de Uliarte y Carrizo en el hecho. “Ella me escuchó, mis ideas, lo que quería hacer y a donde quería llegar. Y compartió conmigo pero ella no estaba tan segura de lo que yo podría hacer. Capaz que ella lo tomó como un juego de niños o una muestra de valentía para tratar de quedar bien con la gente y no como algo serio, algo profundo. Si bien eso la complicó de cierta manera tampoco hubo un freno para decir no hagamos esto porque podemos caer presos”, respondió sobre Uliarte. 

Sus dichos se contraponen con los mensajes de whatsapp que se encontraron en el celular de ella donde decía que había contratado a un sicario para matar a Cristina, que había fallado y que ahora lo iba a hacer ella. Uliarte estuvo con Sabag la noche del atentado en la casa de Cristina Kirchner. Sabag ratificó que fue a "acompañarme, nada más”.

Respecto de Carrizo, Sabag Montiel dijo que jamás le conté lo que iba a hacer para preservarme a mí mismo” y que se autoincriminó al decir que le había dado un arma que nunca fue encontrada. En el celular de Carrizo se hallaron mensajes en el que decía que le había dado el arma a Sabag para matar a CFK y que no entendía por qué no la había matado ya que el arma andaba bien. En la justicia, Carrizo dijo que eso era una broma y que el arma no existía.

Sí Sabag dijo que Carrizo y Uliarte recibieron plata. “Yo se que ellos recibieron dinero para grabar la premeditación de dos o tres personas. Hicieron contra inteligencia para embarrar la cancha”, sostuvo sin profundizar y que ese dinero se lo dio el kirchnerismo.