“El fondo ya está: 9% de aumento. El resto es folclore y operaciones”. Lo dice un importante funcionario de estrecha relación con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Y la frase va relacionada al escándalo que sucumbió al Gobierno el último fin de semana. Según esta fuente, ya no hay mucho para discutir: las tarifas de energía eléctrica aumentarán 9% (como se anunció días atrás). 

Al momento, no se prevén renuncias, ni del ministro de Economía, Martín Guzmán y tampoco del subsecretario de Energía, Federico Basualdo, pese a la tensión que generó este enfrentamiento. Tampoco hay señales respecto a que se aumento vaya a ser el único programado para este año. 

La frase que circuló desde el Ministerio de Economía, como argumento del desplazamiento de Basualdo, hacía referencia a su “incompetencia”. Eso fue lo que generó la defensiva reacción del kirchnerismo, que incluyó una sorpresiva reacción de Axel Kicillof este lunes en un programa radial, destacando las aptitudes técnicas del funcionario.

Esa caracterización estaba relacionada, en parte y según el entorno del ministro, a la falta de respuesta sobre una tarea  que se le había encomendado a Basualdo: el programa de segmentación tarifaria. El plan por el cual se lograría que los que “más ganan paguen más”, y que mantendría subsidios para los sectores más vulnerables. 

Ese plan llegó este lunes, y en sus primeras líneas aclara que se está en trabajo de “identificara los usuarios con capacidad de pagar el costo pleno de la energía, para proceder a la quita de subsidios y liberar recursos para sostener el apoyo a los usuarios que lo necesitan, invertir en obras eléctricas o redireccionar el gasto público”.

Los objetivos del programa elaborado por Basualdo y por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) son “disminuir la inequidad que genera el actual sistema de subsidios”, “reducir significativamente los recursos fiscales que se destinan a los sectores de la sociedad de más alto poder adquisitivo”, y un tercer punto que incluye una mención especial a la política energética del Gobierno de Mauricio Macri: “Asegurar que los futuros incrementos nominales de las tarifas eléctricas no repercutan en forma desfavorable sobre los sectores más vulnerables de la población y aquellos que más se han visto afectados por la crisis económica generada por el macrismo y la pandemia”. 

En ese sentido, el programa anuncia que se ha quitado “el 100% de los subsidios al precio de la energía para los usuarios de Gran Demanda (GUDI) a partir de abril de 2021”, y que se ha diseñado los segmentos a los cuales se apuntará para avanzar con más quita. Esos son: segmentación por polígonos geográficos y segmentación por nivel de ingresos/patrimonios. 

¿El fondo ya está? Difícilmente esta presentación haya saldado las diferencias entre el ministro y el subsecretario, pero implica que, momentáneamente y sólo en cuanto a nombres,  todo sigue igual.