El Presidente Alberto Fernández hablará este martes en la Asamblea de las Naciones Unidas y hay mucha expectativa sobre sus palabras. "Anoche cenamos en el lobby del hotel y nos fuimos a dormir temprano. El presidente se quedó a la noche mirando su discurso de hoy (por el martes) y de Houston", confió un integrante de la comitiva argentina en Nueva York a Data Clave.

"Ahora nos estamos reuniendo para repasar la agenda y terminar de pulir el discurso", apuntaron desde el entorno de Fernández en la mañana de este martes en la Gran Manzana.

Como no podía ser de otra manera, buena parte del discurso del Presidente pasará por el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Va a hablar del intento de magnicidio a CFK y la amenaza a las democracias en el mundo por los grupos de ultraderecha y los discursos del odio", subrayaron.

Pero también habrá un anclaje global de sus palabras, con eje en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. "Hará un llamado al cese de la guerra y un reclamo por las decisiones que se toman en los países centrales que impactan en el sur", señalaron desde las filas presidenciales a este medio. Una tónica habitual en la prédica de Alberto Fernández.

Según pudo saber Data Clave, el tema de la guerra y sus consecuencias se habló en todas las reuniones hasta ahora, en especial en la bilateral con Antonio Costa del lunes, donde hablaron sobre la problemática del gas y la posibilidad de entrar a Europa por los puertos de Portugal. También fue menester de ese encuentro las próximas elecciones en Brasil, ya que ambos comparten una amistad con el expresidente y actual candidato Lula da Silva.

Y claro, habrá espacio para viejos -pero no menos vigentes- reclamos del Estado argentino: "Va a hablar de Malvinas, volver a reclamar a Irán por la causa Amia".

Por último, es probable que el Presidente haga una referencia a la hambruna en África. Habló con su par francés, Emmanuel Macron, mucho estas semanas por este tema y quedaron en seguirlo esta noche cuando se encuentren. Lo mismo con Pedro Sánchez, porque España es el ingreso de los refugiados africanos.