El Frente de Todos piensa en 2023 y son muchos los dirigentes que plantean sus posturas en los medios de comunicación y proponen distintos escenarios pensando en candidatos que compitan ante Juntos por el Cambio. Sin embargo, el clima en el peronismo se torna espeso y, nuevamente, todo se reduce a la figura de Cristina Fernández de Kirchner.

En las últimas semanas, la vicepresidenta hizo prácticamente un renunciamiento público a cualquier intento de competir por las próximas elecciones. En realidad, desde el entorno del kirchnerismo hablaron de una “proscripción” de su figura y le apuntan al Poder Judicial como el principal responsable.

El 10 de diciembre del 2023 no voy a tener más fueros, así van a poder dar la orden de que me metan presa. Sí, presa, pero nunca una mascota. No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta, ni a senadora, mi nombre no va a estar en ninguna boleta. Termino el 10 de diciembre y me vuelvo a mi casa, la misma de la que salí un 25 de mayo de 2003 para acompañar a quien fue mi compañero”, fue lo que dijo en su canal de YouTube para responder a la condena que sufrió en la causa Vialidad.

Sin embargo, el problema son los huérfanos de su espacio que reclaman lugar y participación en la mesa de decisión. El vociferador de ese espacio es Andrés ‘Cuervo’ Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense y uno de los principales dirigentes de La Cámpora. Es la voz más filosa del espacio. Y pese a que tuvo algunos meses de prudencia, esta vez salió a romper el silencio y cuestionó al entorno del presidente Alberto Fernández.

La tarea central de la militancia es salir a romper la proscripción a Cristina. Tenemos que trabajar por la vitalidad de la política y del peronismo. Por eso es imprescindible romper con la proscripción. No se puede hablar de peronismo si Cristina no está en la cancha”, fue lo que dijo el dirigente en AM 530.

En ese marco, Larroque intenta reactivar el operativo clamor por “Cristina 2023” mientras la dirigencia del peronismo empieza a pedir juego libre para que los candidatos diriman sus diferencias en las próximas PASO. Este pedido comenzó con el Movimiento Evita y la Confederación General del Trabajo (CGT) y ahora se suman otros movimientos sociales y sindicatos, incluido el propio Camioneros, en el último tiempo cercano a Máximo Kirchner.

Y teniendo en cuenta que fue Cristina Kirchner la armadora del peronismo en 2019, Larroque pidió prudencia puertas adentro: “Creo que no hay que condenar la estrategia electoral de 2019 o la unidad como concepto porque una persona... o varias no hayan estado a la altura de las circunstancias”. Luego de esta frase, directamente le apuntó a Alberto Fernández: “A uno le gustaría ver al presidente a la cabeza de esta pelea, si no pasa tenemos que ver que hacemos”.

Tal como contó Data Clave, el peronismo oficialista empieza a tener movimientos pensando en 2023 y hoy la estrategia se dirime entre tener una PASO y llegar a agosto con una fórmula competitiva o utilizar los mejores escudos para ganar la madre de todas las batallas y refugiarse en la provincia de Buenos Aires. Ese dilema tendrá que resolver el gobernador Axel Kicillof, quien hoy es el dirigente que mejor mide a nivel provincia y Nación.

Por otro lado, en La Cámpora hay denodados esfuerzos por querer llevar al gobernador a competir a nivel nacional e instalar en la provincia de Buenos Aires a Martín Insaurralde, el actual jefe de Gabinete de la gestión Kicillof. Ese es uno de los deseos de un Máximo Kirchner que hoy no es bien visto en las filas del peronismo, a tal punto que empieza a ser cuestionado por algunos sectores que antes lo bancaban. “En el PJ provincial están de vacaciones”, le dijo una fuente gremial a Data Clave.

El único que hasta el momento reúne un consenso casi unánime en el Frente de Todos es Sergio Massa. Lo reconoció el propio Larroque: Hay que decir lo que está pasando en términos económicos, mas allá de la estabilización que estamos transitando y del esfuerzo del ministro de Economía, está claro que estamos presos de la trampa que es el acuerdo con el FMI. Eso hay que resolver. No podemos contentarnos, no sería honesto maquillar una situación que es muy compleja”.

Por último, el ministro bonaerense, cerró: Hubo a fin de año muchas presiones y había sectores que hablaban de una asamblea legislativa porque creían que el gobierno no iba a terminar. Hoy estamos saliendo de esa situación compleja, pero falta una recomposición salarial”.