La grieta interna (y externa) del peronismo en San Miguel: cómo se acomoda rumbo al 2023
Se trata del único distrito gobernado por el Peronismo Republicano. Pablo De la Torre, hermano el histórico exintendente local, se posiciona para ir por el oficialismo. Desde la oposición, se abren fuertes diferencias entre Juanjo Castro y Franco La Porta. El rol de La Cámpora.
Los diferentes movimientos políticos que se vienen dando en el marco nacional tuvieron su impacto municipal y, de a poco, los candidatos locales empiezan a hablar de algo que hasta el momento parecía mala palabra debido a la difícil situación, sobre todo económica, que atraviesa el país: la campaña rumbo al 2023.
Más sueltos de cuerpo y con el propósito de posicionarse con firmeza, los aspirantes a los distritos refuerzan las caminatas por los barrios con el claro objetivo de ganar tiempo y dejar en evidencia sus intenciones.
Sucede en todos los municipios sin importar el color político que mande. Sin embargo, en San Miguel, el escenario es más variopinto de lo habitual. Es que, en lo concreto, el PRO y el radicalismo casi que no tienen representación local. Y es que, pese a que el distrito es manejado por Juntos, quien lleva la batuta es el histórico dirigente peronista Joaquín De la Torre, quien llegó al distrito en 2007 en alianza con el Frente para la Victoria, pero en 2013 pegó el salto al Frente Renovador para terminar uniéndose a las filas de Cambiemos en 2016, cuando se hizo cargo del Ministerio de Gobierno de la entonces mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal.
En ese momento, De la Torre dejó el distrito en manos de Jaime Méndez, quien en 2019 revalidó su mandato ya como principal candidato en una elección donde barrió con el Frente de Todos logrando un amplio corte de boleta en su favor a través de una estrategia en la que, rápido de reflejos, el delatorrismo (pese a que iba en la lista amarilla) militó solo la boleta municipal.
Ahora Méndez podría ir por un nuevo mandato a nivel local. Pero no todo está dicho. Según le contaron a Data Clave “después de Jaime le toca a Pablo”. La referencia es directa. Y de sangre. Se trata del otro De la Torre, secretario de Infancia y Familia de la Municipalidad. Un rol para nada menor para un gobierno local que militó como ningún distrito el pañuelo celeste en la recordada puja por la ley de interrupción voluntaria del embarazo.
Lo que no queda claro es si ese cambio se dará para esta elección o se intentará más adelante. “La salida más elegante es que Jaime vaya como candidato a diputado bonaerense por la primera sección y le habiliten a Pablo ser el candidato que quiere Joaquín”, le dicen a este medio desde una parte de la oposición.
Sucede que, justamente, el Frente de Todos funciona solo en unidad para hechos concretos. Y no hay un referente que opine por todos. Como muestra está lo que ocurre en el HCD local, donde de los 24 concejales (14 son de Juntos), la oposición tiene 10: siete encolumnados en una línea y 3 en otra.
Quien hoy está al frente del armado principal es Juanjo Castro, concejal local y presidente del PJ local. Se trata del dirigente que logró aunar a casi el 80 por ciento de las fuerzas del Frente de Todos a nivel local incluyendo a La Cámpora, el Movimiento Evita y los gremios. Del otro lado se encuentra su exlíder político, el actual jefe de Gabinete del Ministerio de Infraestructura bonaerense, Franco La Porta.
“Siempre lo acompañé. En el 2019 el compromiso fue que él iba al ejecutivo y yo al deliberativo. Pero tuvimos la peor derrota en la historia del peronismo local. Cortaron boleta en su contra 35 mil vecinos”, le dice Castro a Data Clave.
El problema entre ambos quedó en evidencia cuando luego de acordar una presidencia compartida del PJ local, y tras cumplirse la mitad del mandato de Humberto Fernández, hombre de confianza de La Porta, Castro se encontró con una resistencia a que tomara el partido.
Las diferencias quedaron más expuestas cuando La Porta presentó una candidata propia (Stella Maris Vuillermet) para competir por el liderazgo del PJ en marzo pasado. Pero la jugada no se dio. Castro ganó con el 58 por ciento de los votos.
Hoy el actual titular del PJ local es claro. “Voy a ir a las PASO. Se presente quien se presente. Yo soy de la calle. Tengo poca oficina. Franco es sólido en lo técnico, pero no en lo político. Él mandó a romper hacia adentro y eso no es una buena señal. Sé que no me va a enfrentar”.
Las buenas migas de Castro con Máximo Kirchner, a través de Santiago Fidanza, líder político de La Cámpora a nivel local, y presidente del bloque del HCD, hoy le permiten a Castro tener un horizonte más amplio que su exsocio, quien no da por perdida la pelea y, con el aparato del Ministerio bonaerense, manda a recorrer a los propios en su nombre durante los fines de semana.
Hoy el escenario político de San Miguel para 2023 se mueve en torno a tres tipos de peronismo diferentes: el oficialista, el que convoca a la unidad y el que pretende recuperar el terreno perdido.
Con un De la Torre menos descontracturado, en su afán de prevenir la fuga de votos hacia los libertarios ante una eventual segunda vuelta, se sabe que el manejo del distrito es ajeno a lo que suceda en términos nacionales o provinciales. “Joaquín está metiendo la cola en todos lados. Está cerca de Macri tiene a su exsecretario de Gobierno, José Richard, como coordinador de Javier Milei”, le cuenta a Data Clave desde San Miguel. Vale recordar que hace poco Pablo De la Torre formó parte de la asunción como presidenta del Partido Demócrata de la diputada libertaria, Victoria Villarruel.
Lo cierto es que las críticas para la gestión local no abundan como en otros municipios del Conurbano. Sucede que San Miguel se consolidó como un distrito de los más ricos, con recursos de sobra pero que, en lo concreto, enfrenta dos miradas ideológicas de un mismo peronismo.