La causa por la muerte de la ciclista en Palermo pasó a la justicia nacional
José Carlos Olaya González será investigado por un juzgado y una fiscalía criminal, tras los primeros pasos dentro de la justicia de la Ciudad de Buenos Aires.
La causa que involucra a José Carlos Olaya González, el hombre de 32 años que el domingo 2 de enero atropelló a cinco ciclistas y mató a Marcela Bimonte (62) en los bosques de Palermo, pasó esta semana a la Justicia Nacional de la Ciudad de Buenos Aires.
Al comienzo, todo el expediente había tramitado en el fuero Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires, donde habían intervenido la auxiliar fiscal Natalia Plá del la Unidad de Flagrancia Norte del Ministerio Público Fiscal y la jueza Patricia Larocca. Las primeras medidas involucraron dictar la prisión preventiva de Olaya González y restringir la situación de los otros tres involucrados por ayudarlo a huir. En su caso, no hubo preventiva sino liberación bajo ciertas condiciones.
Como la causa es por homicidio, en Tribunales especulaban con que el pase a la justicia nacional (que tiene competencia en asesinatos, robos y abusos cometidos dentro de la Ciudad) debía darse pronto. Este pase no significa ningún retroceso en el caso.
El Juzgado Criminal y Correccional 23 y la Fiscalía 50 son las que intervendrán desde ahora. El Juzgado tendrá que definir si procesa a Olaya Gonzalez y bajo que calificación lo hace. Hasta ahora, el debate giró en torno a si se trataba de un homicidio doloso (agravado por la fuga y por el consumo de estupefacientes) o si era un homicidio con dolo eventual, que tiene una pena de hasta 25 años de prisión.
Cuando tuvo que opinar, la fiscal Plá había considerado que Olaya González tuvo que haberse representado que podía matar a alguien al manejar a alta velocidad y bajo el efecto de drogas. Cabe recordar que además de atropellar a Marcela Bimonte, también hirió a otros cuatro ciclistas. Por eso había considerado que se trataba de un homicidio con dolo eventual. Esta calificación es distinta al dolo directo, donde se hace foco en la intención que tiene la persona de matar a la otra. En cambio, en los homicidios culposos, la situación que se da es que un imputado mata por negligencia, imprudencia o impericia.